Washington, E.U.- Imágenes captadas del video que grabó la novia de la víctima, que se desangra mientras el policía de Minnesota que lo mató sigue apuntando.
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El gobernador de Minnesota, el demócrata Mark Dayton, metió el dedo en la llaga del sangrante conflicto racial en Estados Unidos, al preguntarse si el último asesinato de un negro a manos de un policía blanco, ayer mismo en su estado, habría ocurrido si hubiese sido un blanco”.
Dayton pidió al gobierno de EU que se haga cargo directamente de la investigación de la muerte ayer del joven negro Philando Castile, a menos de 48 de la ejecución de otro joven negro, en Baton Rouge, Luisiana, que ya había sido derribado en el suelo por dos agentes, uno de los cuales le disparó a la cabeza apuntando con el arma a centímetros de distancia.
En vivo en Facebook. Ambos asesinatos fueron grabados en video, pero con la particularidad de que, el ocurrido en Minnesota, fue grabado y transmitido en directo en Facebook por Diamond Reynolds, novia de la víctima.
En el video, Reynolds explica que Castile, de 32 años, estaba buscando su cartera para mostrar un documento identificativo al agente y que le avisó de que portaba un arma de fuego porque tenía licencia para tenerla, ante lo que el policía le ordenó que se llevara las manos a la cabeza.
Entonces, según la versión de la novia del fallecido, el agente le disparó “cuatro o cinco veces”. Durante varios minutos se observa a Castile agonizando, con la sudadera manchada de sangre, mientras el policía le sigue apuntando nervioso con su arma.
“Nadie debería morir por llevar la luz trasera de su coche averiada. Estoy desconsolado”, se lamentó el gobernador en la conferencia en la que anunció que ha pedido al Departamento de Justicia que empiece una investigación
“El racismo existe”. Visiblemente enojado, el gobernador declaró “todos en Minnesota estamos forzados a confrontar la realidad de que esta clase de racismo existe”.
Desde Varsovia, el presidente Barack Obama declaró que asesinatos como los de Luisiana y Minnesota son “sintomáticos” de la “disparidad racial de nuestro sistema judicial criminal”.
Epidemia. Estados Unidos ha vivido varios momentos de tensión racial desde hace dos años, tras la muerte en Ferguson, Missouri, del joven negro desarmado Michael Brown a manos de un agente blanco, que luego fue exonerado de todos los cargos.
Según informó ayer The Washington Post, las muertes por disparos de policías en Estados Unidos no paran de crecer, especialmente cuando las víctimas son de raza negra, y están adquiriendo tintes de epidemia. En los seis primeros meses de 2015 ocurrieron 465 asesinatos, cifra que aumentó a 495 en el mismo periodo de 2016.