Por LOURDES MENDOZA
La semana pasada, los reflectores acaparados por Medina Mora y temas colaterales impidieron ver las habas que se cuecen en el sartén de Elba Esther y su entorno. Así como lo leen, pues en su partido naciente, Redes Sociales Progresistas, como se los había reportado que pasa por una crisis de militancia, estalló un conflicto de dirigencia… una pelea en la cúpula.
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Juan Iván Peña Neder y Doña Peligro batallan por la propiedad del nuevo partido. Elba quiere imponer a su yerno Fernando González al frente, y parece que lo está logrando, porque el INE registró como bueno el aviso notariado de que habían expulsado a Peña Neder. Al mismo tiempo, el SNTE concentró a casi 100 mil maestros en el Zócalo por su 75 aniversario.
Calladito, calladito, el dirigente nacional del SNTE, Alfonso Cepeda, enseñó músculo. Como representante de AMLO estuvo el titular de administración de la SEP, quien es además su mejor amigo proveniente de Tamaulipas, Héctor Garza, quien dijo que el Presidente camina al lado del magisterio.
Por cierto, los organizadores amenizaron el ambiente con la rola de José José, “Ya lo pasado, pasado”, ¿canción dedicada a la que quiere volver a las andadas sindicales? Visualicen la escena, a coro, en el Zócalo…
Algo sorprendente fue no ver a Esteban Moctezuma en el acto. ¿Fue por cautela?, ¿para no enfadar a la CNTE?, ¿o a Elba? Por cierto, ¿será que Héctor Garza quiere volver a ser candidato a gobernador en Tamaulipas? Los mensajes están ahí, pero están cifrados.
Como lo puede constatar en el diagrama que aquí le pongo, sobre el cumplimiento de la NOM-016-CRE-2016, para evaluar la calidad de las gasolinas, el conflicto de interés es claro. Así pues, pareciera que Pemex vuelve a la época de la autorregulación y fomenta la competencia desleal. Y me pregunto: ¿La CRE autorizará a los privados autoevaluarse o sólo a Pemex?, o peor aún, ¿Pemex evaluará a su competencia, conociendo sus fórmulas y mezclas de combustibles? Pero si lo que acaba de leer lo escandalizó, déjenme decirles que el poder del sindicato de Pemex regresó a las andadas, algo que prometieron erradicar en el gobierno de AMLO. Así de fuerte, ya que los 22 laboratorios móviles que verificaban el cumplimiento de la NOM son letra muerta en el Pemex de Octavio Romero, pues hoy en día son los sindicalistas quienes certifican la calidad de las gasolinas y los otros productos tipo diésel, etcétera, en las estaciones de servicio. Y lo hacen sin cobrar un solo centavo. ¿Por qué no cobran? Por cierto, en el pasado fue el sindicato el que se oponía a que los laboratorios aplicaran ‘trazadores’ en la gasolina para poder localizar el combustible robado, hoy huachicoleado. Sin laboratorios independientes, la calidad de los combustibles, pero sobre todo nuestra salud, se vuelve un acto de fe a la 4T.