Por PABLO HIRIART
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Y ahora, ¿qué grupo de ‘infiltrados’ tomó por la fuerza radios y televisoras en Chiapas ayer por la mañana? Fueron ellos, los integrantes de la CNTE, protegidos y aliados políticos de López Obrador.Esa alianza, como lo dijo el secretario Miguel Osorio Chong, es la que alienta la violencia en un sector del país.
Sólo ofrecen odio, rencor social, subsidios y profundización de la desigualdad.
En su cierre de campaña, acompañado de López Obrador, el candidato de Morena al gobierno de Zacatecas, David Monreal, dijo que cuando tome posesión va a derogar la reforma educativa: “le vamos a dar para atrás. La vamos a echar abajo”.
Y acto seguido expuso que habría nuevos programas sociales emergentes dirigidos a sectores vulnerables.
Ahí está lo que significa esa alianza CNTE-AMLO: atraso educativo que condena a los niños a una educación deficiente y, en consecuencia, a vivir de los subsidios mientras se pueda (en Venezuela ese esquema se desploma).
No quieren que la gente aprenda a pescar, sino que prefieren regalar pescado.
Para impulsar sus delirios antihistóricos, López Obrador azuza el odio contra enemigos que expone como confabulados contra el pueblo. Dijo en ese mitin en Zacatecas que hay una alianza del PRI y PAN contra Morena, que incluye a Felipe Calderón y que tiene detrás a Carlos Salinas “para detener nuestro avance en Zacatecas” (La Jornada de ayer).
PRI y PAN son adversarios en Zacatecas (y en todo el país), por lo que no se ve una alianza contra Morena en ese estado y en ningún otro. Pura fantasía para engañar a la gente y promover el odio.
Ese odio que transmite y promueve AMLO encuentra eco en sus aliados como la CNTE, que ayer en Chiapas tomó por la fuerza media docena de radios y televisoras, entre ellas Canal 5 y Megacable, Máxima FM y EXA FM, así como el Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión.
Un día antes, los aliados de AMLO retuvieron y humillaron a agentes de investigación en Oaxaca. Los pararon ocho horas bajo el sol, sin darles agua, con carteles que los acusaban de ser enemigos del pueblo.
El día anterior, una agrupación aliada a la CNTE rapó a directores de escuela que habían dado clases a los alumnos, sin obedecer el llamado al paro que hizo la sección 7 de la CNTE. Todos vimos que les cortaban el pelo a la fuerza y los hicieron caminar descalzos por las calles de Comitán con letreros de “yo soy un traidor”, a la CNTE, desde luego.
Y un par de días antes, grupos afines a la CNTE retuvieron al presidente del Congreso del Estado, lo amarraron en el quiosco de la plaza pública de San Cristóbal de las Casas y amenazaron con quemarlo vivo si no les cumplían sus demandas.
Todo esto se hace en nombre de una oposición a la reforma educativa, pero en realidad se trata de un pretexto para polarizar y darle cauce práctico al odio que promueve López Obrador en el país.
La alianza CNTE-AMLO, que nace de un discurso mentiroso para generar odio, tiene en la base social una respuesta concreta que se expresa en las acciones violentas y fascistas que hemos visto en estos días y, a medida que se acerque la elección presidencial, se va a poner peor.