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EL ALTO COSTO DE LA REPRESIÓN DE ARGELIA A LA EXPRESIÓN: LA VIDA Y LA LIBERTAD


Redactado por: adriana bravo
enero 14, 2017 , a las 5:04 am

Argel, Argelia.- El 12 de diciembre, el periodista y bloguero argelino de 42 años de edad Mohammad Tamalt fue enterrado en la capital Argel. Tamalt entró en coma a finales de agosto tras realizar una huelga de hambre de dos meses como protesta por su arresto.

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¿Su crimen? Publicar en Facebook un poema y un video que contenían comentarios considerados denigrantes hacia el presidente Abdelaziz Bouteflika de 79 años de edad y el primer ministro Abdelmalek Sellal.

El 11 de julio, un tribunal en Argel condenó a Tamalt a dos años de prisión y una multa de 200 000 dinares argelinos (alrededor de $1800 USD) por ofender a Bouteflika y a las instituciones públicas conforme a los artículos 144, 144 bis y 146 del Código Penal. Su condena fue confirmada por un tribunal de apelaciones un mes después.

Las autoridades argelinas probablemente traten de distanciarse de cualquier responsabilidad con respecto a la muerte de Tamalt. En una declaración, el servicio penitenciario del país indicó que él tuvo acceso al seguimiento médico y medicamentos durante su huelga de hambre, y que su salud se deterioró súbitamente después de una infección pulmonar que fue detectada el 4 de diciembre. Sin embargo, fueron las autoridades argelinas quienes encarcelaron y silenciaron a Tamalt para siempre, para proteger a un achacoso presidente, que ha estado en el poder desde 1999, de la crítica.

Ihsane El Kadi, un editor y periodista del medio en línea Maghreb Emergent, escribió que el “régimen político argelino asesina”:

El régimen político en Argelia cometió dos errores que son despreciables en la historia. Encarceló a Mohamed Tamalt por una ofensa que no debería conllevar detención en el 2016, en países que respetan a la prensa y a los periodistas. Continuó manteniéndolo en prisión, a pesar de que su huelga de hambre evidentemente había puesto en riesgo su salud a finales de julio.

Los simpatizantes también atribuyen responsabilidad al gobierno británico, ya que Tamalt poseía nacionalidad doble, argelino-británico. Sirine Rached, una investigadora del norte de África de la organización internacional de derechos humanos Amnistía tuiteó lo siguiente:

El periodista Mohamed Tamalt, QEPD, también era británico. ¿Qué hizo Relaciones Exteriores por su liberación? cc @NewsFromAmnesty @AmnestyAlgerie

Solo en el 2016, varios argelinos, entre estos periodistas y blogueros, fueron procesados y encarcelados por expresar su opinión en línea. A finales de mayo, el activista de derechos laborales Belkacem Khencha fue condenado a seis meses de prisión por publicar un video en Facebook, en el cual criticaba severamente el encarcelamiento de un colega. En marzo, al activista de derechos humanos Zoulikha Belarbi le ordenaron pagar 100 000 dinares argelinos (aproximadamente $1000 USD) por publicar una fotografía satírica del presidente en Facebook.

Las medidas represivas continúan firmes.

El periodista Hassan Bouras actualmente está cumpliendo una sentencia de un año de prisión por “insultar a las instituciones estatales” en los medios sociales, después que un tribunal de primera instancia en la provincia argelina de El-Bayadh lo declarara culpable el 28 de noviembre.

Según grupos de derechos humanos, Bouras fue declarado culpable por un video que publicó en Facebook. Este presentaba a ciudadanos criticando a la policía, Reporteros sin Fronteras dijo en Twiter.

Reporteros sin Fronteras desaprueba el fallo del tribunal de AlBayadh contra Hassan Bouras a un año de prisión.

Hassan Bouras fue declarado culpable tras publicar un video en el que los ciudadanos denunciaron prácticas policiales sospechosas.

Bouras, quien es también un miembro de la Liga Argelina por los Derechos Humanos, ha encarado en repetidas ocasiones acoso judicial por su activismo y labor como periodista. El 2 de octubre del 2015, fue arrestado en su hogar y pasó más de tres meses en detención por “incitar a la violencia y rebelión en contra del Estado” e “insultar a las instituciones estatales”. En el 2008, fue condenado a dos meses de prisión por informar sobre la corrupción; y en el 2003, a dos años de prisión por insultar a las instituciones estatales, además, le prohibieron ejercer el periodismo por cinco años.

Tamalt ha pagado el precio más alto por expresar libremente sus pensamientos. ¿Forzará esto al gobierno argelino reconocer el alto costo de silenciar a sus detractores, antes que más vidas se pierdan o sean destruidas por una simple publicación en Facebook? Solo queda ver precisamente qué costo representará para Argelia y qué cambios posiblemente realice en respuesta.