Tlaxcala, Tlax.- Al ser Chiautempan uno de los municipios tlaxcaltecas donde el fervor católico se vive con profundo sentimiento, feligreses y autoridades religiosas alistan un festival cultural que contempla la transmisión en vivo de la celebración eucarística en la que el papa Francisco canonizará a los Niños Mártires, Cristóbal, Antonio y Juan, desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, en Roma, Italia.
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El programa iniciará desde la noche del 14 de octubre, con oraciones, himnos y la presentación del Ballet Folclórico de Tlaxcala con bailables típicos como: “Xochipitzahuatl”, “Los Negritos”, “El jarabe tlaxcalteca”, “Danza de los Cuchillos “La Culebra”, entre otros.
La misa de canonización está programada a las 10:00 horas, tiempo de Roma, pero en México serán las 03:00 de la madrugada, momento en que los más de dos mil asistentes que se espera acudan a la explanada del Parque Hidalgo, frente a la Parroquia de Nuestra Señora Santa Ana, vivirán la misa que se transmitirá por el canal María Visión, a través de pantallas gigantes, con la explicación paso a paso del sacerdote Agustín Cuamatzi, en su calidad de Doctor en Sagrada Escritura y testigo de otras canonizaciones en el Vaticano.
“Para nosotros este acontecimiento es un reconocimiento a todos los que de alguna manera han colaborado en este proceso que llega a su culmen el 15 de octubre… en Chiautempan reconocemos la iniciativa que tuvo el extinto obispo Don Luis Munive y Escobar, originario de Santa Ana y quien con su visión desde 1977 inició este proceso de canonización y fue una pieza fundamental”.
Incluso, al aportar elementos históricos, testimonios, favores y la devoción del pueblo de Tlaxcala, los tres Niños Mártires de Tlaxcala fueron declarados beatos por el Papa Juan Pablo II, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe de la Ciudad de México, el 6 de mayo de 1990.
El sacerdote agregó que el proceso fue complejo, pero manifiesta la seriedad y formalidad de la declaración de la santidad de los niños.
“Y al mismo tiempo vale la pena que como tlaxcaltecas valoremos la grandeza de nuestros pueblos indígenas porque ellos siendo muy pequeños tuvieron apertura y sabiduría para aceptar la fe que trajeron los primeros evangelizadores franciscanos, encabezados por Juan Díaz, primer sacerdote secular que incluso bautizó a los cuatro caciques principales de Tlaxcala y cuyo padrino y testigo fue Hernán Cortés”.
Detalló que Cristóbal, llamado también con el diminutivo “Cristobalito”, nació en Atlihuetzia, Yauhquemehcan, entre 1514 y 1515 y era el hijo predilecto y heredero del cacique Acxotecatl y asistió a la escuela de los misioneros franciscanos.
Tras una discusión, en 1527, el muchacho comenzó a romper los ídolos paganos de su padre, por lo que éste lo molió a golpes y luego lo empujó a una hoguera, de donde su madre lo salvó, pero murió unos días después, esto a los 13 años.
Antonio y Juan nacieron entre 1516 y 1517 en Tizatlán, Tlaxcala. Antonio era nieto y heredero de un cacique local, mientras Juan era su servidor; ambos también asistían a la escuela de los franciscanos.
Ellos decidieron acompañar a unos frailes en una expedición a Oaxaca, para fungir como intérpretes ante otros indígenas. Pero en Cuauhtinchán, Puebla, fueron atacados por algunos lugareños mientras recogían los ídolos de barro.
Primero golpearon con palos a Juan, que murió al momento y Antonio fue agredido hasta la muerte por reclamarles a los asesinos el crimen que acababan de cometer.
Datos históricos refieren que los cadáveres de ambos fueron arrojados en un terreno cerca de Tecalco y posteriormente recuperados y trasladados a Tepeaca, donde recibieron cristiana sepultura.