UAB B1
UAB B1
UAB B1
previous arrow
next arrow
Shadow
EL SALVADOR, UN PAÍS “REALINEADO”


Redactado por: adriana bravo
septiembre 28, 2016 , a las 5:04 am

San Salvador, El Salvador.- Solo 15 presidentes –incluido el nuestro– acudieron a un bloque conformado por 120 países. Este, que nació bajo la filosofía y la inspiración pacifistas de Gandhi –cuyos antecedentes se remontan a 1955 con la Conferencia de Bandung, Indonesia (1955)–, se formalizó en la I Conferencia Cumbre de Belgrado (1961) como respuesta a la Guerra Fría, siendo su objetivo principal conservar una posición neutral y de no alianza con las superpotencias. 

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR

El criterio fundamental para optar a su membresía reza: “El país debe haber adoptado una política independiente basada en la coexistencia de Estados, con diferentes sistemas políticos y sociales y el no alineamiento, o debe mostrar una tendencia a favor de tal política”. (Wikipedía). Su presidencia rota de una cumbre a otra y recae en el presidente del país anfitrión. Consecuentemente, el nuevo jerarca es nada más y nada menos que el señor Maduro, quien en su discurso de asunción estableció los principios de la Declaración de Margarita, entre los que resaltan “la refundación de la ONU con los votos del MPNA, la defensa del pueblo palestino, el fin del bloqueo a Cuba y la descolonización de Puerto Rico”. Menuda tarea la que se ha auto impuesto el nuevo redentor del mundo –ya no solo de Venezuela y América Latina–, en momentos en que su régimen va en caída libre por los motivos de sobra conocidos. La pregunta es: 1) ¿tiene Maduro las credenciales para liderar ese movimiento que, aunque decayente, no ha repudiado su objetivo principal? Si es así, ¿cómo queda El Salvador, cuando su presidente alaba, nuevamente, la forma en que aquel está gobernando Venezuela? En la ONU tampoco pasó desapercibido al reafirmar su solidaridad con Maduro, mientras se inmiscuía en el caso brasileño, aludiendo a los movimientos desestabilizadores contra los “gobiernos progresistas de la región”. Las fotografías con sus camaradas dicen mucho, pero no tanto como lo que subyace en la apología que hizo del liderazgo de su amigo, que es más apasionada que la que le prodigaba a Chávez –relativamente hablando– por aquello de la diferencia abismal en los liderazgos, la inteligencia y el grado catastrófico de sus legados. Así lo sugiere un mensaje que condona la destrucción de la institucionalidad del Estado, la violación sistemática de los derechos humanos, la muerte de niños por falta de medicinas, el desastre económico, el encarcelamiento arbitrario de líderes de la oposición, la ruptura de la armonía que existía entre los países latinoamericanos, y, en general, la crisis humanitaria a la que un dictador de nuevo cuño ha sometido al noble pueblo venezolano y quien cobardemente achaca todos sus males a la guerra económica y los golpes de Estado gestados en el “imperio”. Bueno, esta patraña la vivimos los salvadoreños un día sí, y otro también. Con todo lo que estamos presenciando en el país, nos preguntamos por enésima vez ¿cómo puede el presidente conciliar su devoción y apoyo a un régimen ilegítimo, mientras muchos salvadoreños rogamos todos los días para que nuestros compatriotas vivan tranquilos en EUA, que los verdaderos amigos de El Salvador sigan colaborando para impulsar el crecimiento, combatir la pobreza, la corrupción, la impunidad, la delincuencia desbordada y para evitar un colapso fiscal de impredecibles consecuencias? Para colmo de males, hoy resulta que su gobierno patrocina la desobediencia social para descargar toda la inquina partidaria contra la SC y la “oligarquía”; mientras en la ONU envía un mensaje redentorista digno de mejor causa. Y con su presencia en Margarita ha colocado más claramente a El Salvador como un país “realineado” a causas repudiables y alejadas de los loables propósitos que dieron origen al MPNA.