Juchitán de Zaragoza, Oax.- Santa María es el otro municipio de la zona de los Chimalapas que exige a los gobiernos federal y estatal defender el territorio que colinda con Chiapas y Veracruz, en cinco puntos que han sido reinvadidos en los últimos tres años.
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De 1994 al 2004, Oaxaca recuperó 45 mil hectáreas invadidas por ganaderos chiapanecos, de la llamada colonia San Isidro La Gringa –porción noreste de Los Chimalapas– y de otras 20 mil hectáreas invadidas por ganaderos oaxaqueños y veracruzanos de la colonia Cuauhtémoc –porción noroeste–.
Además se incorporaron al estado de Oaxaca los núcleos agrarios chiapanecos: San Pedro Buenavista, Elsy Herrerías de Castellanos –hoy La Libertad–, La Lucha, Pilar Espinoza de León II, Ignacio Zaragoza y Nuevo Jerusalén.
Pero después de recuperado La Gringa, en los últimos tres años, según los Bienes Comunales de San Francisco La Paz, han sido reinvadidos los parajes El Zapotal/Emmanuel; Río Pescaditos y La Reforma, así como en los límites de la Congregación con el Poblado 14 “Río Uxpanapa” y el ejido Nueva Córdoba.
Tan sólo se recuerda que el último intento de reinvasión, en los límites con el Poblado 14, se registró el pasado 24 de diciembre 2015, donde detuvieron a David Vega Guerrero y a tres acompañantes, que desde principios de los años de 1980 fue denunciado por comuneros fundadores de San Francisco La Paz, por causa de secuestro, tortura y lesiones en contra el comunero Víctor Escobedo Solís.
David Vega que el jueves fue liberado de la cárcel de Matías Romero fue señalado durante casi 15 años de haber sido pistolero al servicio de supuestos narcoganaderos de Patrocinio González Garrido, además de ser acusado de continuar haciendo graves actos de violación de los derechos de los comuneros, como la quema de casas, violando mujeres, y secuestrando y desapareciendo al comunero Pablo Escobedo Méndez en mayo de 1992.
Ante la liberación de Vega, los chimas reaccionaron ayer y encabezaron disturbios en Matías Romero, mostrando así su inconformidad con la liberación de quien consideran el principal promotor de acciones de violencia en aquella zona.
A la par de la lucha por la defensa de esta zona de Los Chimalapas, en la zona oriente de Los Chimalapas, colindando con Chiapas, continúa hoy el conflicto por límites con los ejidos Gustavo Díaz Ordaz, Rodulfo Figueroa, Ramón Escobar Balboa y Flores de Chiapas (todos de Cintalapa, Chiapas).
El problema se acrecentó cuando empresas madereras se asentaron en la porción oriente del territorio, instalando 25 aserraderos durante 27 años, para explotar más de 100 mil hectáreas de bosques de pino, encino y bosques de niebla.