Oaxaca, Oax.- El olor fresco que despide el incienso, el dulce sabor de una taza de chocolate espumoso y las coloridas caritas que adornan el tradicional pan de muerto son los elementos que año con año la familia Pérez Antonio coloca en su altar de muertos.Esa familia de migrantes vive en los Ángeles, California; ciudad en la que trabajan como cocineros en dos restaurantes diferentes y este año por cuestiones laborales y ante la inseguridad para atravesar la frontera no vinieron a Oaxaca para conmemorar las festividades de Día de Muertos y Fieles Difuntos.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR
Con esta ofrenda el matrimonio con toque oaxaqueño busca inculcar a sus dos hijos las costumbres de su natal Santa María Jaltianguis, poblado de la Sierra Norte del que hace seis años salieron en busca de una vida mejor.
1 millón 203 mil 680
Entrevistados por teléfono comentaron que a pesar que en ese país se celebra el Hallowen, no comparten la fascinación por disfrazarse de personajes de terror y salir a pedir dulces. “Es peligroso, y más para la población latina y migrante, todavía no tenemos las mismas garantías de seguridad que todos en este país, aún cuando somos parte importante en su fuerza de trabajo”, comentó el padre de familia.
El lugar en el que adquieren estos productos como el chocolate y el pan, explicó es en restaurantes de comida mexicana, que por temporada agregan a su menú este tipo de alimentos.
Panadería de muertos
En Miami existe un restaurante propiedad de dos mexicanos: Jaime Reynoso y Joselin Mendoza, quienes en su panadería localizada dentro del restaurante Mi Rinconcito Mexicano, en La Pequeña Habana, realizan pan de muertos para estas fechas del año.
De acuerdo con las recomendaciones de la aplicación Yelp y Facebook el pan mexicano que ahí se elabora ha vuelto cada vez más popular en Miami.