Puebla, Pue.- Por generaciones, cientos de familias poblanas se han dedicado a la siembra y cosecha de la “flor amarilla”; es decir, la flor de cempasúchil.
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Cerca de 18 mil toneladas de flores fueron sembradas para cumplir con la demanda de los festejos de Todos los Santos de este año. La flor es reconocida en muchas partes del mundo como un ícono más de la cultura mexicana.
Puebla es el primer productor nacional de flor de cempasúchil gracias al municipio de Atlixco, donde los agricultores comienzan a preparar las semillas de la flor en época de lluvias; desde inicio de julio para tenerlas listas el día 31 del mismo mes y sembrarlas.
Después de 20 días de espera, la siembra comienza a brotar y los agricultores trasplantan las flores hacia los canales, donde son cuidadas por dos meses para llegar a medir hasta un metro de altura y hasta cinco centímetros de ancho.
La venta comienza desde el 28 de octubre hasta el 2 de noviembreen la Plazuela del Productor, en Atlixco.
Los compradores de la flor llegan desde el Estado de México, Tlaxcala, Guerrero, Hidalgo, Tamaulipas, Oaxaca, Morelos y Puebla para adquirirla.
En entrevista con Poblanerías en línea, Lorenzo Ortega Díaz, director de Desarrollo Agropecuario de Atlixco, comenta que en los últimos 2 años se ha disparado la producción tanto de flor de cempasúchil como de terciopelo, ya que este año el número de productores que las siembran aumentó a 2,500 y pasó de sembrarse en 3 a 5 hectáreas.
Comentó que este año, se prevé la venta de cerca de 18 mil toneladas entre cempasúchil y terciopelo, que se entregan “en maleta” de 40 centímetros de diámetro.
Me tocó llevar la contabilidad de un tráiler que se llevaba más de mil maletas, y antes de él ya habían entrado otros doce. Catorce estados de la República llegan para llevarse flores en tráilers que tienen termos especiales para que la flor llegue a su destino en buenas condiciones.
Dijo que a comparación de 2015, este ha sido mucho más favorable para la economía.
El año pasado hubo pérdidas en la venta de flor, ya que se llegó a cotizar en $40 y un máximo de $70 la maleta. Hoy lo más bajo ha sido $75 y ha llegado a venderse hasta en ciento cincuenta pesos.Ha sido redituable.
Además, la siembra de flor de cempasúchil ha generado empleos, añadió.
Alrededor de cuatro mil empleos se han generado esta semana porque el trabajo es laborioso. Toda la economía del municipio se mueve en estos días, hay una derrama económica muy fuerte.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Peca y Alimentación (SAGARPA), en México laproducción de cempasúchil se estimó en 89.7 millones de pesos, 45.5% superior a lo obtenido en 2014.
En tanto que por segmento, su producción en volumen por tonelada registró un valor de 57.5 millones de pesos; en planta, por 19.4 millones, y en manojo, de 12.7 millones de pesos.
Aunque es nativa de México, la flor también se cosecha en China, India y Perú.
La leyenda
Cuenta la leyenda que Xóchitl y Huitzilin se amaban desde que eran niños. Todas las tardes subían a la montaña a para llevar flores a Tonatiuh, el Padre Sol, quien parecía sonreír ante la ofrenda de los enamorados.
Los amantes juraron amarse más allá del tiempo, la distancia y la muerte.
Un día la guerra vino y los enamorados se separaron. Pronto llegaron noticias de que Huitzilin había muerto en la guerra.
Xóchitl sintió que su corazón se desgarraba de dolor, así que subió a la montaña y le pidió a Tonatiuh que la uniera por siempre con su amor.
El Sol -conmovido- extendió uno de sus rayos y al tocar a la joven la convirtió en una flor de colores tan intensos como los rayos del sol. Luego llegó Huitzilin, en forma de un colibrí y se posó en el centro de la flor; al instante la flor se abrió en 20 pétalos.
Es por que “cempohualli” que significa veinte y “xochitl” que significa “flor” en náhuatl, proviene la flor de cempoalxóchitl, la flor de muertos, la cual ha sido empleada durante siglos para representar la vida que nace de la muerte.
Desde la época prehispánica, la flor de cempasúchil se colocaba en los altares de muertos. Al morir alguien, los familiares adornaban la tumba con ramos de esta flor, pues se tenía la idea de que poseían la habilidad de guardar en sus corolas el calor de los rayos solares.
Actualmente, en México sigue representando la memoria de nuestros difuntos, siendo utilizada como decoración y ofrenda ritual en el Día de Muertos.