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CONMEMORAN DIEZ AÑOS DE AYUDA AL MIGRANTE


Redactado por: adriana bravo
febrero 28, 2017 , a las 5:16 am

Ciudad Ixtepec, Oax.- Con una misa de acción de gracias, una cadena de abrazos y la exigencia de que el estado mexicano se convierta en hogar para los migrantes centroamericanos, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, fundador del Albergue Hermanos en el Camino ubicado en Ciudad Ixtepec, celebró los diez años de haberse constituido.

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Sin tanta algarabía, pero la fe por delante, el sacerdote mexicano recordó que fue en el 2007 cuando se fundó este refugio para brindar cobijo y alimento a los centroamericanos que anhelaban conquistar el sueño americano, es decir llegar a Estados Unidos.

Se eligió Ciudad Ixtepec para instalar el refugio porque existe cercanía con la frontera sur. Mediante el tren ferroviario conocido como “la bestia” en su ruta Tapachula- Ciudad Ixtepec, cientos de migrantes se transportan para ir avanzando en su travesía hacia los Estados Unidos.

Solalinde Guerra resaltó que “cuando se quiere, se puede”, señalando que esta década ha sido de mucho trabajo, exigencias y también de solicitar políticas públicas para los migrantes centroamericanos que llegan a territorio mexicano.

“Queremos decirle a todas las personas de México y fuera del país que sí es posible hacer cosas, enfrentar la adversidad y superar al miedo, hemos dado un paso muy grande en estos diez años que significan años de servicio y de lucha por condiciones justas, hemos levantado muchas conciencias y hemos visto la increíble misericordia de Dios, que si no fuera porque él la tiene para nosotros, este albergue no seguiría vivo”, expresó.

En estos 10 años, el albergue Hermanos en el camino ha brindado atención a cerca de 300 mil migrantes, especialmente de El Salvador, Honduras y Guatemala, algunos en el refugio y otros en las vías del ferrocarril.

En los primeros seis años, del 2007 al 2014, el albergue contempla que un 68 por ciento de los refugiados sí logró cruzar el territorio mexicano y llegar a los Estados Unidos, en los otros dos años fueron un poco menos y en este último con la puesta en marcha del Plan Frontera Sur (septiembre 2015) el contexto es difícil porque ya no pueden subir al tren, teniendo que caminar más tiempo y buscar otras rutas.

El defensor de los derechos de los migrantes reconoció que el gobierno mexicano traicionó a sus hermanos centroamericanos porque los persigue, los trata como delincuentes y les violenta sus derechos humanos.

Explicó que de un total de 70 casas de migrantes que existen en el país, 27 de ellas se reúnen en colectivo y la mayoría las encabezan luchadores sociales y defensores de los derechos humanos, quienes se reunirán para exigir políticas públicas a favor de los migrantes.

“Las caravanas han servido para visibilizar las acciones contra los migrantes, sin embargo lo que necesitamos por una parte es accionar y pedir política públicas para los hermanos en tránsito y por el otro que la iglesia católica haga conciencia para que convenza a sus feligreses de que los migrantes son sus hermanos y que deben darles la mano”, expresó.

Otro personaje importante en el refugio para migrantes de Ciudad Ixtepec es Alberto Donis Rodríguez, quien ha sido un aliado de sus connacionales y ha caminado junto con el sacerdote en la búsqueda del respeto a los derechos humanos.

Este refugio desde su fundación ha recibido a las madres migrantes a través de las caravanas anuales que realiza el Movimiento Migrante Centroamericano a su paso por el estado de Oaxaca.

En noviembre del 2015, el sacerdote fundó en la capital oaxaqueña el albergue para adolescentes debido a que entre el 2014 y los primeros meses del año 2015 se incrementó la llegada de menores de edad no acompañados a territorio mexicano, un año después este refugio fue llevado a la ciudad de México en donde actualmente recibe a decenas de migrantes mensualmente.

Centroamericanos piden al gobierno que México los adopte como hermanos

Al término de la eucaristía, dos migrantes, Francisco Soberanes y Carlos Gallegos, uno de origen salvadoreño y el otro hondureño solicitaron al gobierno mexicano que los adopte como sus hijos y que no los sigan persiguiendo como “pollos”, porque su única intención es trabajar.

“Sabemos que la mayoría de nosotros venimos a trabajar, venimos huyendo de nuestros países por las cuestiones económicas y sociales, allá en El Salvador si no le entras a las “mañas”, te matan”.

Reconocieron que el refugio del migrante ha sido su gran aliado, Carlos Gallegos es la segunda vez que cruza el territorio mexicano, y en ambas ha visitado el albergue.

“Aquí somos hermanos, nos tratan bien e inclusive nos ayudan a buscar trabajo, nadie sale por gusto de su país, dejé a mi familia, mi esposa y mis hijos, allá la vida es dura, ojalá México nos adopte, porque el sueño americano se vuelve cada vez más difícil”, expresó.