Tan sólo el estiaje del año pasado provocó que se dejaran de producir alrededor 70 mil toneladas de maíz en unas 28 mil hectáreas, principalmente en esas regiones, con el riesgo de que se complique sensiblemente porque la mayoría de la superficie corresponde a temporal.Incluso, el funcionario dijo que los campesinos modificarán seguramente el inicio tradicional del ciclo primavera-verano, entre el 15 de mayo y el 15 de junio, ante la falta de lluvias.

El funcionario destacó que durante los últimos meses el panorama se ha complicado debido a que el déficit es grande, ya que ni siquiera el consumo percápita por habitante se está produciendo.

Ante esta situación, la Sagarpa está aconsejando a los campesinos sembrar variedades de maíz de ciclo corto y fertilizar con dosis de potasio la planta, para ayudar a mitigar el estrés hídrico ante la sequía extrema.

Una agricultura climáticamente inteligente para ir de acuerdo al cambio climático, como en el Istmo de Tehuantepec, donde los campesinos pueden sembrar una variedad de maíz zapalote mejorado, como respuesta a la escasez de lluvias.

Velázquez Morales detalló que existe una preocupación debido a que la Presa Benito Juárez ubicada en Santa María Jalapa del Marqués irriga agua para las 25 mil hectáreas distribuidas en la zona y que son utilizadas para la producción de alimentos además de la ganadería.

Por ello, planteó que los municipios afectados destinen recursos del ramo 33 para que en conjunto se apuntale el desarrollo agropecuario de la región, además de que está abierta la ventanilla para la aplicación del componente de tecnificación de riego y se beneficien con equipo e infraestructura y que consta de aspersores, líneas de conducción o tubería.