Palmar de Gravo, Pue.- Lograr certificaciones no garantiza mejores ganancias que aquellos productores que no han establecido un sistema de inocuidad. El rancho Santa Rosa, ubicado en ese municipio y uno de 10 que se han convertido en proveedores de compañías exportadoras de cilantro a Estados Unidos, cuenta con el Reconocimiento del Sistema de Reducción de Riesgos de Contaminación.
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Santa Rosa cosecha alrededor de 50 toneladas anuales, el 80 por ciento, dijo Bautista, se exporta y el resto se queda en México, con la misma calidad que se ofrece en la nación vecina del norte.
No obstante su inquietud es que los precios del mercado son bajos, comparados con las inversiones que ha tenido que realizar en la adquisición de fertilizantes especiales o en los estudios en laboratorios certificados por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que representan un reembolso anual de alrededor de 120 mil pesos.
“Nosotros, lo mismo, en todo el rancho se trabaja igual, con las mismas recomendaciones de sanitación del Comité de Sanidad Vegetal y el Senasica”, comentó. “Lo que me perjudica es que no puedo vender mejor, por el trabajo que estamos haciendo seguimos ganando igual que gente que no tiene la misma calidad que nosotros, que no maneja los mismos protocolos de producción, eso es político, creo que es a nivel Gobierno”, aseguró.
Mayores apoyos e incentivos a los productores que se han esforzado por la inocuidad de sus alimentos, por parte de las entidades gubernamentales es lo que hace falta, dijo, para competir en condiciones justas, ya que además se enfrentan en la frontera a un posible rebote de su hortaliza, pese a contar con la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Además de cilantro, estos productores tienen en sus parcelas lechugas, brócolis y cebollines, que reciben el mismo tratamiento y por los cuales tienen la misma remuneración dependiendo de los costos del mercado. “Así como apoya –el gobierno- a muchas instancias, también al campesino lo debe ayudar”, resaltó Bautista.
Mientras tanto, Miguel Monterrosas informó que hace tres años en Palmar de Bravo había dos ranchos certificados, ahora son alrededor de 10 los que han logrado un sistema de inocuidad, que a pesar de que no representa una ganancia extra sino a veces pérdidas, les garantiza seguir vigentes en el mercado.