Puebla, Pue.- A partir de esta Semana Santa, la arquidiócesis de Puebla puso en marcha un nuevo programa de apoyo para los más necesitados en la capital; se ofrecerá a través de la operación de dos comedores comunitarios, uno en la Casa de la Familia (9 oriente número 3) y en Analco, en el templo del Santo Ángel Custodio.
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La operación de los espacios corre a cargo de la pastoral social diocesana; su misión es atender en primer lugar a personas indigentes que deambulan en el centro histórico.
Los comedores “Beato Juan de Palafox y Mendoza” operarán en un horario de 13 a 15 horas y, en una primera etapa cuentan con capacidad para atender a 50 personas diarias, aunque el número podría triplicarse dependiendo de las necesidades.
El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa destacó que el trabajo se llevará a cabo de manera conjunta con Cáritas, el Banco de Alimentos y las propias autoridades Municipales, a quienes apoyarán en el programa “Que Puebla no tenga hambre”
El acondicionamiento y equipamiento de los comedores se logró gracias a donativos e insumos proporcionados por el Banco de Alimentos.
La atención estará a cargo de los voluntarios de diferentes grupos y movimientos diocesanos.
Para obtener el servicio un equipo de voluntarios de la Pastoral Social buscará a personas en situación de calle, indigentes o vecinos de muy escasos recursos a quienes entregarán un pase que tiene validez por cierto número de días según sea la situación.
Los alimentos que se ofrecerán contarán con la cantidad y calidad nutrimental recomendada para la ingesta diaria, así como la variedad de grupos alimenticios, evaluada por especialistas del Banco de Alimentos.
Además de este servicio, en coordinación con la Universidad de Orienten se abrirá la Sala de Diagnóstico Fisioterapéutico, en el comedor de la 9 oriente. Mientras que en el inmueble de Analco se contará con el servicio de regaderas comunitarias.