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Con la celebración de una misa y una procesión a la que asistieron cientos de feligreses, este primer día del mes de mayo iniciaron los festejos en honor a la Virgen de Ocotlán.
Antes, la venerada imagen fue bajada de su nicho al Altar Mayor para celebrar la eucaristía y posteriormente recorrer el primer cuadro de la comunidad.
Durante la misa, el párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, Eloy Muñoz Hernández, convocó a la grey católica a hacer un espacio para reflexionar sobre la importancia de la Virgen María en cada una de sus vidas.
“Algunos hermanos se han cambiado de religión, desconocen a la Virgen, pero el verdadero católico no puede cerrar los ojos ante esta gigantesca realidad… después de la muerte de su hijo Jesús, la santísima madre en medio de los apóstoles y de los discípulos hace oración en esa pequeña y primitiva iglesia e invoca la llegada del Espíritu Santo”.
Por ello, pidió a los fieles no dejar que su fe “se enfríe” a partir de tantas cosas que se ven en el mundo actual y no dejar que les arrebaten “el gran regalo que todos los días está presente, el tesoro de la fe”.
Las celebraciones en honor a la Virgen de Ocotlán continuarán en los siguientes días hasta llegar al tercer lunes de mayo con la tradicional “bajada” a las principales calles de la capital y regreso a su altar.