San Juan Bautista Tuxtepec, Oax.- Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) reportaron 53 casos de mal de chagas en lo que va del año, de las cuales 30 ya recibieron tratamiento.
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El jefe del Departamento de Prevención y Control de Enfermedades Transmitidas por Vector, Iván Santibáñez Matus, dijo que durante el primer trimestre del 2016 el Laboratorio de Salud Pública de Oaxaca (LESPO), analizó 233 muestras.
El mal de chagas puede causar daños severos como parálisis permanente, la enfermedad ataca en tres fases: la aguda, indeterminada y crónica; el 30 por ciento de los pacientes la desarrolla por lo general después de los 40 años de edad.
Las jurisdicciones más afectadas son los Valles Centrales con 18 casos y la Costa con nueve pacientes; la mayor incidencia se notificó en el grupo de edad productiva y en el sexo masculino; durante el 2014 se registraron 150 casos, respecto a los 129 que cerró el año 2015.
La enfermedad es propagada por el parásito llamado Trypanosoma Cruzi (que se reproduce en el interior de las células y circula a través de la sangre) y se transmite a través de las triatomas, conocidas como chinche, chinche besucona o chinche picuda.
Mencionó que el insecto tiene hábitos nocturnos, durante la noche se alimenta de sus víctimas (animales estrictamente caseros y seres humanos) infectándolas por medio de sus heces.
Detalló que la chinche se refugia sobre todo en las grietas de los pisos y paredes, detrás de los muebles y objetos, en las partes que no son periódicamente limpiadas, debajo de la cubierta de los techos con aberturas (paja, palma, madera, teja), así como en las soluciones de continuidad de paredes de adobe mal embarradas o sin revocar.
El funcionario expuso que algunos de los síntomas que presentan los pacientes pueden ser fiebre, malestar general, cefalea y decaimiento físico; en la parte terminal, puede producir agrandamiento del hígado, el bazo y una miocarditis aguda.
Sostuvo que la fase crónica inicia cuando los síntomas finalmente se hacen presentes como cardiopatía (miocardiopatía) y trastornos digestivos, la vía de transmisión es principalmente vectorial, pero también existen la placentaria y transfusional.
Destacó que el periodo de incubación (que es el lapso que media entre la introducción del tripanosoma en el organismo y la aparición de los primeros síntomas), es aproximadamente de cinco a 14 días después de la picadura del insecto vector; en los casos producidos por transfusión de sangre, de 30 a 40 días.