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TURISMO SOSTENIBLE PARA CONSERVAR EL MEDIO AMBIENTE


Redactado por: adriana bravo
mayo 23, 2017 , a las 5:06 am

Tuxtla Gutiérrez, Chis.- El turismo es una de las principales actividades de nuestro país, y uno de los tres sectores más productivos de nuestro estado, ya que genera gran derrama económica y empleos, pero ¿no le cobra la factura a nuestra naturaleza?

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Precisamente, sensibilizar a la población sobre el cuidado de nuestro patrimonio geológico y evitar el deterioro ambiental causado por la acción humana, son algunos de los objetivos del turismo sustentable, una alternativa amigable que beneficia a todos.

Cada 22 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Diversidad Biológica, por lo que este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, para destacar el papel de este sector en los ámbitos del crecimiento económico y sostenible.

Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo sustentable es “aquel que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.

Muchos lugares, muchos visitantes

La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), detectó que el 90 por ciento de los turistas en el país se concentran en solamente 15 por ciento de todos los destinos turísticos que hay, por lo que se sobrepasan las capacidades de carga y se agotan los recursos naturales en poco tiempo.

Aunque recientemente se han dado a conocer más destinos turísticos, lo cierto es que mucha gente se aglomera en los mismos de siempre, explotándolos y causando daño ambiental, y en Chiapas se concentra gran parte de ellos.

El Cañón del Sumidero, los Lagos de Montebello, Las Nubes, la Selva Lacandona y algunas reservas de la biósfera están sufriendo las consecuencias no solo del turismo, sino también de la explotación forestal, la tala, la cacería furtiva y los incendios forestales, por lo que quienes las visitan deben cuidarlas.

Y es que en México, diversas actividades humanas han impactado de manera negativa en el patrimonio biológico, ante lo cual ha sido necesario emprender cambios en todos los sectores y ámbitos de la sociedad para detener el deterioro de la biodiversidad y lograr su conservación.

Sin embargo, el turismo en México es exitoso, ya que 4 de cada 10 turistas extranjeros que viajan al continente vienen a México, ni siquiera Argentina y Brasil sumados alcanzan el potencial turístico de nuestro país, pero esto a veces beneficia únicamente a las grandes cadenas.

¿Qué hacer como turistas?

Por ello, es necesario que la sociedad participe para buscar el bienestar de las comunidades, solventar la pobreza y que las comunidades rurales tengan un rol exitoso en este escenario.

La naturaleza se puede restaurar, por lo que prestadores de servicios y turistas deben hacerse y responder ciertas preguntas para conocer la huella ecológica que dejamos en cada visita que hacemos a algún destino turístico.

El proveedor de servicios debe preocuparse por tener a su personal capacitado e informado sobre los recursos ecológicos con que se cuenta y cómo protegerlos, así como preocuparse de que la infraestructura armonice con el entorno natural con materiales locales.

Para el visitante, basta con ser conscientes de nuestros hábitos y tratar de dejar la menor huella posible, no dejando residuos que no conocemos cómo tratar, comprender los medios de vida de las personas que brindan la experiencia, no tirar basura hasta encontrar un bote, no usar productos químicos al meternos a una laguna o zona acuífera protegida, por ejemplo.

Lo importante es conocer las reglas de cada lugar, respetarlas y estar conscientes de que no son reglamentos hechos al azar, sino que tienen un motivo de ser y la mayoría de las veces es para proteger la flora y fauna del lugar.

El problema es que muchos turistas tienen una lógica errónea que se ha ido construyendo con los años, por ejemplo el caso de Xochimilco, ubicado por la gente como un lugar de mariachis, cervezas y trajineras con música a todo volumen.

Esto se repite en Pátzcuaro, Michoacán, las Lagunas de Montebello, en Chiapas, o Sian Ka’an, Quintana Roo, por mencionar algunos ejemplos, lo que representa el peor de los turismos.

Sin embargo, el desarrollo y la conservación no están peleados, ya que si se hacen bien, estos sitios turísticos pueden crecer mucho, a la vez que se cuidan y aprovechan de mejor manera los recursos naturales existentes de un ecosistema que habitamos desde hace más de dos mil años.

El chiste es repensar el orgullo que sentimos por nuestra nación y su biodiversidad para lograr un turismo sustentable, pues las acciones deben comenzar por los ciudadanos en la lógica de oferta y demanda.