Puebla, Pue.- La venta de gasolina ilícita en distintos puntos del estado de Puebla ha disminuido, y no por la falta de clientes, sino porque el producto ya no se consigue tan fácil en estos últimos días y por lo mismo, también aumentó su precio hasta alcanzar los 14 pesos por litro, además de sus formas de venta para evitar decomisos, así lo refieren automovilistas entrevistados por El Sol de Puebla.Durante un recorrido realizado en municipios de la zona centro y región Mixteca, conductores manifestaron que la gasolina que conseguían en algunos domicilios ya conocidos, a 8 y 10 pesos, aumentó de 12 y 14 pesos, porque según las personas que les venden el “huachicol”, se ha escaseado y ya no se surte como hasta hace un mes.
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Según comentaron los automovilistas, algunos de los que revenden la gasolina desde domicilios en las distintas localidades y en las cabeceras municipales han preferido dejar de hacerlo o entregarla únicamente a gente de confianza porque sus ganancias son pocas y el riesgo de ser detenidos es mayor.
MODIFICAN FORMA DE VENTA
Una y otra vez, la misma camioneta azul da vueltas por las calles céntricas de la comunidad, sube, baja, da vuelta en la esquina y regresa a su punto de partida 20 minutos más tarde. Apenas tarda unos minutos para salir de nuevo, emprender el mismo recorrido, pero esta vez con sentido contrario al final de la calle. Pasa un rato más, cuando el vehículo atraviesa el zócalo del municipio y sigue su camino de frente.
Se trata del reparto de “huachicol” de manera discreta, refiere un conductor de taxi, al señalar que es la forma más segura de trasladarlo hoy en día, con tal de no ser descubierto por los constantes operativos policíacos que han sido instalados en esta zona de Puebla conocida como el “Triángulo Rojo”.
Los llamados “huachicoleros”, explica el ruletero durante charla informal, han optado por ya no cargar bidones para transportar el combustible, ahora han optado por llenar el tanque y llevarlo directo al punto de venta o a otra bodega, donde descargan la gasolina para regresar por una carga más. De esta forma, si llegan a ser detenidos en algún retén, nadie los puede acusar de nada.
EL NEGOCIO DEL “HUACHICOL”
En testimonios brindados anteriormente a El Sol de Puebla, vecinos del “Triángulo Rojo” que habitan cerca de tomas clandestinas refieren que ya se acostumbraron a las constantes balaceras y al paso de camionetas y motos de los “huachicoleros”.
“Al principio nos asomábamos por la ventana pero una vez nos apuntaron con la pistola, desde entonces hacemos como que no pasa nada, la verdad ya hasta nos acostumbramos”, relatan.
Otros habitantes cuentan que es constante la presencia de los llamados “halcones” por las calles del lugar, quienes se encargan de cuidar el paso de las camionetas que transportan combustible ilícito y avisar en caso de detectar presencia policiaca en la zona.
Y es que el fenómeno ha seducido a hombres y mujeres, quienes son atraídos por los atractivos sueldos que ofrecen los grupos delictivos, ya que mientras un jornalero gana 100 pesos al día, este negocio ofrece a sus empleados 10 veces más esa cantidad en el mismo lapso de tiempo.
“En el campo estás todo el día, bien trabajado y apenas te ganas 100 pesos, aquí nomás es ponerte buzo y te llevas hasta mil baros, ese sí es negocio”, confiesa uno joven recién llegado a la industria ilícita.