Tlaxcala, Tlax.- A pesar de que el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) informó que el transporte es el principal contaminante del ambiente y llamó al uso de biocombustibles, en Tlaxcala un mínimo porcentaje de automovilistas hace uso de él.
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Según la dependencia federal, a través del Programa de Indicadores de Eficiencia Energética y Emisiones Vehiculares, el sector transporte es uno de los contribuyentes más importantes de gases de efecto invernadero.
Sostuvo que cada individuo es responsable de las emisiones que emite directamente al usar su vehículo, pero para reducir el impacto ambiental sugirió a la población utilizar transporte público, usar un vehículo que brinde el mayor rendimiento energético por kilometraje o utilizar energías alternativas como el biocombustible.
En Apizaco y Amaxac de Guerrero se ofertan biocombustibles como una nueva alternativa para mover los vehículos a gasolina, cuyo costo es de 13 a 14 pesos el litro y según los despachadores, el cambio de combustible debe ser paulatino, pero son pocos los que hacen uso de él.
“Por cada litro de gasolina que traiga su unidad debemos despechar tres litros, por ejemplo si usted considera que trae cinco litros de gasolina, nosotros podríamos despacharle un máximo de 15 litros de biocombustible”, explicó uno de los trabajadores de la despachadora ubicada en Apizaco, Renato Minor Santacruz.
Detalló que el bioetanol debe ser mezclado con la gasolina por razones de miscibilidad y no deben sobrepasar del cinco a 10 % en volumen de etanol en climas fríos y templados, pero puede llegar a un 20 % en zonas más cálidas.
Guadalupe Castillo Suarez, una de las despachadoras del centro de venta localizado en Amaxac de Guerrero señaló que trabajó en otras gasolineras y en la de biocombustible un menor porcentaje de conductores hace uso del mismo.
Dijo que los biocarburantes son más amigables al ambiente, ya que los obtienen a partir de materias primas de origen agrícola y son utilizados en los vehículos como sustitutos de la gasolina y diésel, los más utilizados son el bioetanol y el biodiésel.
El INECC indicó que ambos combustibles son producidos tradicionalmente por fermentación de azúcares presente en granos de cereales como el trigo, la cebada y el maíz, o de la caña de azúcar, con una previa hidrólisis o transformación en azúcares fermentables del almidón contenido en ellos.
Por último, señaló que el uso de biocombustibles disminuye las emisiones de monóxido de carbono y los hidrocarburos volátiles, en el caso de los motores de gasolina, y las partículas, en el de los motores diésel.