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“EL MOLINO”, LA COMUNIDAD DE PUEBLA DONDE SÓLO VIVEN 10 FAMILIAS


Redactado por: adriana bravo
junio 8, 2017 , a las 5:02 am

Acatlán, Pue.- En la Mixteca varios lugares podrían ser considerados como “pueblos fantasma” debido a que en ellos viven pocas familias, ya que quienes los habitaban han decidido emigrar a los Estados Unidos o a otros lugares para conseguir empleo.

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 De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), los poblados son regularmente abandonados debido a que no existen fuentes de empleo, ni tampoco prosperidad. Tal es el caso de la comunidad de El Molino, la cual se ubica en el municipio de Chila de las Flores en donde solo viven 10 familias mientras que los demás se encuentran fuera, principalmente en la Unión Americana.

Incluso en este lugar, tuvieron que cerrar la escuela ante la falta de niños, por lo que ahora los pocos existentes —cinco en total— tienen que ir al municipio de Chila para continuar con sus estudios.

La soledad se percibe desde la entrada de la comunidad de El Molino con calles vacías acompañadas del sonido que produce el viento cuando mueve fuertemente los árboles que hay.

Mientras que las edificaciones públicas se encuentran cerradas como la iglesia y la presidencia auxiliar, así como en las canchas de la población no se nota ninguna persona, ya que la mayor parte se encuentra en el campo.

Para poder llegar a la comunidad se tiene que contratar un viaje especial, el cual se toma en la cabecera de Chila que tiene un costo de más de 60 pesos.

Rufino Domínguez, también habitante de El Molino, dijo que por la falta de transporte en su comunidad tiene que caminar a la cabecera municipal, haciéndose 40 minutos para poder llegar y poder realizar sus trámites o compras.

Indicó que muy pocas veces pasan vehículos, por lo que siempre tienen que buscar la forma de poder llegar al centro que es el lugar más cercano.

SOLO SE JUNTAN EN FESTIVIDADES


Sin embargo, cuando son las festividades llegan a juntarse un gran número de personas, provenientes tanto de los Estados Unidos y de la Ciudad de México, ya que homenajean a su patrón —Preciosa Sangre de Cristo— que se celebra una semana después de la Semana Santa.

Luis Aguilar, quien es representante de la población, dijo que la mayor parte de los ciudadanos se encuentra viviendo en la Ciudad de México, en donde se establecieron con familia y otros más en Puebla y Tehuacán.

Mencionó que las familias solo llegan cuando es la feria y que algunos ni siquiera en esa temporada, por lo que recalcó que es más difícil que las pocas familias que quedan les den más servicios por la falta de población.


FALTA DE SERVICIOS


Aunque dijo que tienen agua y energía eléctrica, les está faltando el drenaje y más calles pavimentadas, así como arreglo de la presidencia auxiliar, la cual está deteriorada.

Agregó que la autoridad municipal de Chila sí les ha cumplido en darles sus participaciones correspondientes, pero que estas no alcanzan para realizar obras prioritarias.

El MOLINO, ENTRE EL OLVIDO Y LA TRADICIÓN


Para Fernando Ramos, habitante de El Molino, pidió a los ciudadanos oriundos no olvidarse de su tierra natal, y que por lo menos lleguen durante las festividades de la población.

Lamentó que hay familias que ya no regresan, ni siquiera en festividades o para ayudar a su población.

Consideró que en unos años El Molino podría desaparecer en su totalidad, sin embargo, han enseñado a sus hijos a que les guste vivir en este lugar.

LA FUNDACIÓN


De acuerdo con archivos históricos resguardados en la presidencia municipal de Chila, el nombre de la comunidad proviene de una hacienda que se conocía como la Hacienda de Santa Cruz El Molino que pertenecía a los españoles y donde se producían muchos productos además de que molían trigo.

Hoy lo que se festeja realmente son las cenizas que quedaron de ese gran pueblo rico por su abundancia de alimentos que se fue acabando hasta quedarse sin nada.

De acuerdo con datos históricos, la localidad fue fundada en el año de 1626, bajo una merced otorgada por el virrey de la Nueva España, don Rodrigo Pacheco y Osorio, para establecer en este lugar una hacienda para la cría de ganado cabrío y posteriormente en ser una hacienda agropecuaria; para ello congregaron a indios indígenas de los pueblos de Indichua, Nochixtlán y Yucuita, hoy Zapotitlán Palmas, Oaxaca.