Tlaxcala, Tlax.- A través de un confuso comunicado, la Procuraduría de Tlaxcala informó haber aprehendido a una madre y al administrador del motel “Guadalupe” ubicado en Ayometla, a la primera porque “obligaba a su hija a llevar el registro de las personas que hacían uso de las habitaciones de un motel donde se ejercía la trata de personas”; y al segundo porque “se encontró flagrante el delito de trata de personas”.
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Tras informar que la madre detenida “obligaba a trabajar” a la niña, y presumir que “se rescató a una menor de 10 años de edad”, la PGJE refiere que la primera “fue recluida en el Anexo Femenil del Centro de Reinserción Social (Cereso)”, tras reiterar que “llevaba el registro de las personas que hacían uso de las habitaciones”.
Acerca del encargado del motel, se informa que fue puesto por las autoridades “a disposición del agente del ministerio público”.
Sin embargo, en ninguna parte aclara el boletín oficial porqué llevar una niña el registro de clientes de un motel es “corrupción de menores” -delito del que ha sido acusada la madre- y no simplemente trabajo infantil. Millones de niños trabajan en México, en el campo y las ciudades, para contribuir al ingreso familiar.
Tampoco detalla la Procuraduría de que manera la mamá supuestamente “obligaba” a laborar a su hija.
Así mismo queda confusa la acusación de trata de personas contra el encargado del motelito, y ni siquiera se acredita en el comunicado la simple prostitución.
La trata de personas implica en todos los casos la esclavitud, esto es, el uso de la fuerza para obligar a una mujer a practicar el comercio sexual. En el caso de la simple prostitución, es un hecho que numerosas mujeres de condición humilde la ejercen voluntariamente para llevar ingresos a sus familias, aunque de ninguna manera es asimilable al concepto de trata, un flagelo emblemático precisamente de los estados de Tlaxcala y Puebla.
La trata implica la presencia de un tratante de blancas o padrote, generalmente asociado a una red de delincuentes que no vacilan en recurrir al homicidio si lo consideran necesario para el funcionamiento de su negocio criminal.
En la única fotografía que acompaña el reporte girado a la prensa, se pueden ver instalaciones muy precarias del negocio que presumiblemente recibe a parejas que buscan intimidad, a juzgar por dos anuncios a la vista del público pintados en un muro interior.
Uno de los anuncios advierte a los clientes que “Los ratos son de hora y media”.
Otro anuncio carcomido e incompleto reza: “Los cuartos se vencen…”.
Así, lo que parece ser un negocio de los que hay miles para atender a amantes lícitos, podría estar siendo utilizado por la Procuraduría de Tlaxcala para inflar la estadística de combate a la trata de mujeres, acaso en respuesta a un estudio difundido por la secretaría federal de Gobernación el pasado fin de semana.
El comunicado de la Procuraduría de Tlaxcala termina con aire triunfal: “Con estrategias contundentes, la Procuraduría General de Justicia del Estado, ratifica las directrices marcadas por el Gobierno del Estado en el Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2017-2021, de combatir frontalmente este tipo de conductas y agilizar las investigaciones relacionadas con delitos cuyas víctimas sean mujeres”.
El lector curioso puede descargar abajo el comunicado original de la Procuraduría de Tlaxcala, titulado: “APREHENDE PGJE A IMPUTADA POR EL DELITO DE CORRUPCIÓN DE MENORES”.