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EL PERIFÉRICO ECOLÓGICO DE PUEBLA, SIN ILUMINACIÓN Y CON BACHES POR TODA LA CARPETA


Redactado por: adriana bravo
julio 17, 2017 , a las 5:12 am

Puebla, Pue.- El Periférico Ecológico podría tomarse como la vialidad más representativa del estado que guardan las calles y bulevares de Puebla, pues presenta grandes deterioros en su pavimento y el sistema de alumbrado público que es alimentado por celdas solares, se supone tendría una vida útil de al menos 15 años, funciona en algunos tramos, dejando a los conductores en penumbras a lo largo del 60 por ciento de su extensión.

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Esta casa editorial hizo a lo largo de los 20 días recientes recorridos diarios por el Periférico Ecológico y pudo constatar que, salvo los tramos en los que el gobierno federal aplicó concreto hidráulico, como parte de las obras de ampliación, la rúa es una verdadera trampa para los automovilistas y casi no pasa un día en que no se reporten ponchaduras por las pésimas condiciones de la carpeta asfáltica.

Tan solo la mañana del pasado miércoles 12 de julio se reportaron simultáneamente afectaciones a los neumáticos de ocho automotores en las inmediaciones del puente de Ciudad Judicial –en el tramo que va con dirección de la 24 Sur hacia la autopista México–Puebla–, donde las oquedades en la superficie llegan a tener diámetros de hasta 80 centímetros.

Esa misma zona es actualmente la más conflictiva para quienes a diario transitan por el Periférico Ecológico, no solo por los baches, sino porque a la altura del Hospital General de Cholula, nuevamente se están realizando obras, al parecer para establecer una suerte de distribuidor ahí.

Los trabajos hacen que se pierdan diariamente entre 10 y 20 minutos en los trayectos, pero no es la única obra que dificulta los desplazamientos.

Una obra que va a cumplir tres años

En efecto: desde agosto de 2014 los ciudadanos poblanos que usan a diario el Periférico Ecológico han padecido los trastornos en la circulación en el entronque con la Avenida 24 Sur, no sólo por las obras del crucero mencionado, sino porque antes prácticamente todo el tráfico pesado que utilizaba la autopista México–Veracruz, en su paso por Puebla era desviado, en la noche hacia dicha vialidad por las obras de construcción del Segundo Piso de la vía de cuota.

Casi a la par de los trabajos del Segundo Piso de la Autopista México–Puebla, el gobierno federal emprendió la edificación del distribuidor en la 24 Sur y el Periférico, lo cual llegó a generar y sigue produciendo embotellamientos severos en dicha área, porque aunque las obras de la vía rápida ya culminaron, las de la vialidad urbana continúan.

Es grande la conflictividad que se produce por las mañanas y al mediodía principalmente, en la zona, por la densidad de tránsito que en esos momentos generan miles de automovilistas. El tráfico en esos horarios pico no solo es dirigido por agentes de Seguridad Vial sino también por los albañiles del proyecto quienes desde hace meses dirigen el tránsito, usando franelas como semáforos y pidiendo cooperación por ese servicio.

A veces esos alarifes han tenido que recurrir a cerrar el tránsito para meter en orden a los conductores que no les hacen caso; para tal efecto usan las barricadas de plástico que se deberían utilizar en la obra para alertar sobre bloqueos necesarios por trabajos.

El año pasado, Enrique Fernández, ingeniero residente la obra de modernización del entronque a nivel Lafragua, la cual está ubicada en el kilómetro 24+980 del Periférico, aseguró que estaría lista en enero del presente año, pero los trabajos están por cumplir tres años y no parecen tener fin.

Lo cierto es que en la temporada de clases, muchos automovilistas tenían que tomar rutas alternas por caminos improvisados sobre montes, que también causaron deterioros a sus unidades.

Por la noche, boca de lobo

Pero las incomodidades y frustraciones que sufren los automovilistas a lo largo del día, se convierten en verdaderos estados de riesgo, no solo por las pésimas condiciones de la superficie sino porque el sistema de iluminación es sumamente irregular.

El 23 de julio de 2013, el entonces gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, inauguró el encendido de 2 mil 667 luminarias del Periférico Ecológico, en una longitud de 26 kilómetros. La obra tuvo una inversión de 56 millones 500 mil pesos.

Moreno Valle indicó en esa ocasión que buscaría crear un fideicomiso con el apoyo de los presidentes municipales de la zona conurbada y diputados locales en funciones y electos, para hacer de esta vía “una de las más iluminadas con energía solar”.

En su página de internet la empresa Saecsa –la que puso el sistema de luminarias– establece que “si se presenta algún fallo en la red eléctrica pública, las luminarias tradicionales no encenderán; en cambio, las luminarias solares Saecsa para alumbrado público garantizan encendido diario, lo que ayudará a mejorar la seguridad en cualquier lugar”.

Agrega que “la tarjeta electrónica Edoca desarrollada por Saecsa, permite maximizar el rendimiento de la energía almacenada mediante el sistema de modo ahorro en caso de nublados excesivos”.

Y remata diciendo que las luminarias están “programadas para funcionar en las horas con mayor afluencia vehicular”.

Todo ha quedado en promesa, porque actualmente hasta el 60 por ciento de la vialidad, desde la zona de Flor del Bosque hasta el entronque con la Autopista México–Puebla, carece de iluminación y hace meses que no se aprecian actividades de la empresa Saecsa,.

Ayuntamientos, los responsables

El pretexto que siguen esgrimiendo en esta ocasión las autoridades para no reparar el Periférico Ecológico es el mismo que tuvieron anteriores gobiernos: que cada tramo del Periférico corresponde a los municipios por los que pasa la vía –Puebla, Coronango, Cuautlancingo Amozoc, San Pedro y San Andrés Cholula– debe correr en su cuidado por los ayuntamientos en cuestión.