Por GEORGINA MORETT
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Hace 27 años la expectativa era total. Un año después de que el Frente Democrático Nacional llevara a Cuauhtémoc Cárdenas a la candidatura presidencial, se conformaba el PRD, que conjuntó a todas las fuertes figuras de la izquierda.
Hoy sólo en las fotos pegadas en las paredes estuvieron aquellos grandes fundadores del partido como Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo y Andrés Manuel López Obrador. Ifigenia Martínez es la única de los personajes de aquel ayer que acudió a la celebración, porque los demás ya ni siquiera forman parte del PRD.
Todavía hace dos años el discurso principal fue de Cuauhtémoc Cárdenas, hoy le correspondió al presidente nacional Agustín Basave, quien tiene seis meses en el cargo y se afilió al partido dos meses y medio antes.
Quien reconoce que “nos enervan sus frecuentes pleitos… su incapacidad de alcanzar la paz interior” y por ello, comenta que “a veces dan ganas de abofetear al partido, pero con todos sus vicios es nuestro”.
Y sí, es de él y de las corrientes en manos de quienes se ha desgastado la izquierda, esa que según el propio Basave tendrá que luchar –al menos– en dos entidades en donde hay elecciones este 2016, sólo por conservar el registro.
Esa izquierda que en su mejor momento obtuvo 125 diputaciones y que ahora, como lo señala Basave, tiene cuatro y medio millones “para quienes el sol azteca sigue saliendo” y sólo 56 diputados.
Esa izquierda que, al cumplir sus 27 años, estuvo abandonada de sus propios liderazgos; de los cinco gobernadores perredistas sólo acudieron dos: Arturo Núñez, de Tabasco y Gabino Cué, de Oaxaca.
Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México envió una carta disculpándose por la veda electoral. Silvano Aureoles, de Michoacán y Graco Ramírez, de Morelos, ni siquiera se disculparon.
De aquel inicio abarrotado de gente, a una dirigencia acompañada de unos cuantos, así con música de Gabino Palomares que nos transportó a la década de los 70 y 80, terminó el festejo, ante un panorama electoral incierto, en el que el PRD sólo tiene posibilidades de ganar por sí mismo en Tlaxcala.
YA PERDIERON
En Oaxaca, sin duda el peor revés para el PRD y el PAN fue la división entre José Antonio Estefan Garfias y el ahora candidato del PT, Benjamín Robles, pero todavía tenían una carta a su favor, la residencia de Alejandro Murat, candidato del PRI a la gubernatura.
El tricolor estaba consciente de que ese podía ser su talón de Aquiles, por lo cual, con los mejores abogados se registró la candidatura de Murat Hinojosa demostrando, sin lugar a dudas, el derecho de sangre.
Es por ello que el secretario de elecciones del PRI, Arturo Zamora, les dice al PAN y PRD que perdieron su última esperanza para ganar en esa entidad, ya que el Tribunal Electoral ratificó a Alejandro Murat como candidato del PRI a la gubernatura, porque se apega al derecho.
TARDAN MESES
Uno de los graves problemas de justicia cotidiana, de acuerdo con las iniciativas enviadas por el presidente Enrique Peña al Senado, es la falta de títulos de propiedad y testamentos, lo cual constituye una barrera para acceder a la seguridad jurídica.
Estaría bien que esto lo escuchara el Gobierno de la Ciudad de México, ya que si sacas tu escritura en las jornadas notariales y decides no ir de acarreado al evento público que organizan, tendrás que esperar meses para que te hagan el favor de entregártela.