La mujer, madre soltera, optó por dejar el terruño, toda vez que desde el 7 de septiembre se vive aquí y en otros 40 municipios del Istmo de Tehuantepec una angustiante situación, con la repetición, casi permanente, de las réplicas del terromoto que durante la primera semana de septiembre enlutó a decenas de familias istmeñas, y dejó a miles en la calle, al derribar sus viviendas.
“Soy madre soltera; aunque soy fuerte, pienso en la seguridad de mis hijos y de mi madre, quien ya no aguanta esta situación, sus nervios están de punta”, expresó la mujer.
A los reiterados temblores se sumaron, desde el lunes pasado, incesantes lluvias que complicaron el panorama de quienes se quedaron sin casa y han tenido que dormir en las calles o en los albergues instalados.
Rosa tiene aún fresco el recuerdo de sus vecinos que murieron durante el terremoto de 8.2 grados del 7 de septiembre, y las dos mujeres que perecieron durante el sismo de 6.4 grados ocurrido el sábado pasado.
“Fuera una sola vez, bueno, nos reponemos, pero chorrocientas mil veces, eso ya no es vida”, indicó Rosa.
Así como ocurrió con Rosa, a quien el pánico ha vuelto trizas, ocurre con decenas de istmeños que ante el escenario de zozobra que se vive desde hace tres semanas, han preferido abandonar lo que queda de sus viviendas y huir hacia lo que consideran espacios más seguros. La mayoría ha optado por viajar con parientes radicados en Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Una situación parecida han vivido vecinos de ciudad Ixtepec, que han preferido irse de la ciudad, a otros estados de la República, donde estos sismos no los alcancen.
El jueves 7 de septiembre permenece en la memoria de las y los istmeños. Las constantes réplicas dan muestra de que el miedo no ha desaparecido y de que acecha. Además, rumores sobre terremotos y formación de volcanes, alentados desde las redes sociales, han ocasionado una especie de histeria colectiva.
Esto, debido al temor de que un nuevo sismo -de mayores consecuencias- azote a la región.