Oaxaca, Oax.- La siembra y cosecha del maíz para el ciclo primavera-verano de este año se encuentra entre un panorama de incertidumbre ante la extrema sequía, afirmó el representante no gubernamental de productos básicos (maíz-frijol) en Oaxaca, Raúl Alberto Narváez Labastida.
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“Para decirlo así, está en escenario gris”, asentó.
El dirigente explicó que el cultivo del grano en las casi 600 mil hectáreas presenta un grave riesgo porque los pronósticos del tiempo y los diagnósticos de especialistas no son nada halagadores debido a la presencia del fenómeno de El Niño.
“La sequía es extrema, pero de repente puede llover, aunque no es nada seguro”, indicó.
De este modo, resaltó que Oaxaca podría producir una menor cosecha a la alcanzada el año pasado, donde también se registró una sequía extrema, y se estaría nuevamente lejos de alcanzar la autosuficiencia.
“No me quiero adelantar, pero las condiciones son difíciles”, remarcó.
Expuso que la única solución para enfrentar la sequía extrema reside fundamentalmente en la mecanización e introducción de sistemas de riego en superficies ubicadas en cuencas.
“Donde sea posible, donde haya agua, que se introduzca al riego. Es la única solución”, indicó.
Destacó que los Gobiernos federal y estatal requieren de subsidios y no de esquemas de financiamiento porque la economía de Oaxaca no se puede comparar con los estados del norte.
“Un subsidio del 50 por ciento nos queda grande todavía; necesitamos más aún”, remarcó.
Afortunadamente –subrayó –, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ha convenido otorgar un subsidio del 30 por ciento para la adquisición de un seguro agrícola privado, independientemente del seguro agrícola catastrófico, para tener una cobertura más real de eventuales afectaciones.
“Por hectárea el seguro catastrófico otorga mil pesos y eso no sirve para recuperar la inversión, ni mucho menos para guardar reservas de alimentos”, anotó.
Además, Narváez Labastida dijo que el esquema del seguro catastrófico está manoseado por los presidentes municipales porque benefician más a sectores políticos.
“Las autoridades municipales sin tener conocimiento de la propiedad de la tierra, no entregan los apoyos a los productores porque no hay vigilancia o participación de autoridades agrarias o ejidales”, terminó.