Puebla, Pue.- Petersen, Schmitz o Müller son apellidos que pronuncian con facilidad muchos poblanos. A través de una red de empresas, comercios e instituciones educativas, tejida desde el siglo XIX, los alemanes han convertido Puebla en su estado favorito de todo México.
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El clima, la seguridad y la pureza del aire convencieron a Werner G.C. Voigt, especialista en Derecho Internacional, de aceptar una oferta de trabajo en una universidad poblana y trasladarse a la Angelópolis desde la Ciudad de México, donde se desempeñaba como académico tras formarse con honores en Estados Unidos.
“Esencialmente, decidimos terminar con la vida académica en el DF por la contaminación, la alta incidencia de delincuencia… Para nosotros, mi esposa y yo, ha sido una decisión ideal habernos trasladado a Puebla”, explicó a OEM, después de casi tres décadas viviendo cerca del volcán Popocatépetl. Desde el siglo XIX, alemanes como Voigt han llegado a Puebla para quedarse. Los Pioneros del Imperialismo Alemán en México, escrito por la reconocida historiadora Brígida von Mentz, identifica a Puebla como uno de los estados, ya en 1840, con sucursales de tiendas alemanas, como Wesche y Cía o Hoffmann.
Solo unas décadas después, en 1911, la familia Petersen fundó el Colegio Alemán de Puebla, que educaba a solo 10 alumnos germanos. En la década de 1940, ya con 200 pupilos, la escuela adopta el nombre de Colegio Humboldt. Hoy la institución educativa cuenta con más de mil 700 estudiantes.
El alemán aprendido entre los muros del Colegio Humboldt resulta muy útil para trabajar en las dos grandes armadoras del estado, Volkswagen y Audi. Pertenecientes ambas a Grupo Volkswagen, estas firmas han creado en Puebla un universo de proveedoras, fábricas y almacenes alimentado por la inversión procedente del país germano.
Desde 1999, exactamente 35 años después del establecimiento de Volkswagen en el municipio de Cuautlancingo, Alemania ha inyectado en Puebla, según información de la Secretaría de Economía (SE), tres mil 372.8 millones de dólares, convirtiéndose así en el segundo país que más ha apostado económicamente por el estado, solo tras Estados Unidos.
Este flujo de recursos se acentuó en 2013, un año después de que Audi anunciara su intención de instalar una fábrica de autos Premium en el municipio de San José Chiapa. La relación económica entre Puebla y Alemania ofrece también ocasión de negocio para los locales. “Como aquí en México hay mucha inversión alemana, también hay oportunidades de que los mexicanos vengan a Alemania para hacer negocios allá”, recordó Dirk Petersen, representante de la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria (Camexa), en junio pasado con motivo de la presentación de la feria industrial Hannover Messe 2018.
Ni siquiera la incertidumbre creada por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) interrumpirá, consideró Voigt ya en su condición de miembro de la Academia Mexicana de Derecho Internacional, esta buena relación entre Puebla y México.
“Estoy seguro de que en el futuro vamos a tener más afluencia de compañías de Alemania pero después de la salida de Donald Trump en la Casa Blanca”, auguró. “Los alemanes siempre han mantenido una actitud muy abierta a diferentes culturas y, obviamente, han sido recibido por los poblanos con los brazos abiertos”.