Lima, Perú.- Cada vez hay más jóvenes en Perú que acceden a la universidad y que pasan a formar parte, por tanto, de un sector de la población con unas características muy concretas. Si quieres saber más sobre las realidad de los estudiantes de educación superior en nuestro país, permanece atento:
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR
Actualmente, la cantidad de estudiantes que ingresan a la universidad es mayor a la cantidad de alumnos que obtienen su título de grado. Según un informe realizado por el Grupo de Análisis para el Desarrollo sobre la situación de las universidades peruanas, el porcentaje estimado de alumnos que ingresan a la universidad y consiguen licenciarse oscila entre el 35% y 55%. En 2010 el porcentaje era notablemente inferior (entre 25% y 43%), por lo que se estima que para el año 2020 la cantidad de egresados aumentará considerablemente.
A pesar de la escasa cantidad de licenciados, Perú es el segundo país con mayor cantidad de universidades en América del Sur. 140 son las Universidades que tiene el país andino, compitiendo con Brasil que se encuentra en primer lugar con 197 universidades, pero a su vez, con una población siete veces mayor (200 millones de habitantes).
A continuación, te detallaremos algunos consejos para que seas un buen estudiante y formes parte del sistema universitario del Perú. Es una de las etapas más importante de cualquier profesional y debes aprovechar esa oportunidad de la mejor manera. ¡Aprende a ser un buen estudiante universitario!
#1 Compromiso
Una de las cosas fundamentales para ser un buen estudiante universitario, y por eso se encuentra en primer lugar, es el compromiso. Cuando empieces tu carrera universitaria, plantearte metas te ayudará a centrarte en un objetivo concreto y real. Esta segunda parte es muy importante para no desmotivarte y evitar desistir al poco de empezar.
#2 Saber elegir
En algunas universidades tienes la posibilidad de escoger las materias que deseas realizar y también a los profesores que las dictan. Procura no elegir una materia por su facilidad, sino tu interés porque aunque la materia sea de fácil aprobación, si no te interesa no conseguirás comprometerte realmente.
Lo mismo pasa con los profesores, si ya los conoces es más simple la elección. Hay algunos muy exigentes, otros que dictan sus clases de manera teórica, otros de forma más práctica, un tanto despreocupados o con poco interés. Elige un profesor con el que puedas aprender, que sus clases sean ricas en conocimiento y que a su vez, sean dinámicas para motivarte a estudiar.
#3 Conoce tus recursos
No todo lo que debes aprender se encuentra en el aula o en tus apuntes de clase. Es importante que tengas en cuenta todos los recursos que existen para los estudiantes. Procura tener pleno conocimiento de lo que ofrece tu universidad como por ejemplo, los horarios de la biblioteca, los horarios del asesoramiento individual, etc.
Los avances tecnológicos permiten la creación de distintas plataformas web y aplicaciones para teléfonos celulares que te ayudan a estudiar mejor. Algunas de ellas son por ejemplo: Babylon Translator, Google Académico, Wikiteka, AudioNote, iRAE, entre otras.
#4 Manejar el tiempo
Organízate. Realiza una lista de las actividades que tengas que hacer detallando los temas y el tiempo que estimas para cada uno. Intenta seguir tu planificación al pie de la letra, estudiar todos los temas y aumentar tu productividad.
Encuentra la manera de optimizar tu tiempo y así potenciar tus resultados productivos. Existen muchísimas técnicas, como la regla de los dos minutos.
#5 Hábitos de lectura
Es importante que adquieras nuevos hábitos de lectura. Que leas con mucha frecuencia para que aprender sea más simple.
Si estudias alguna carrera teórica como Historia y Ciencias Sociales, por ejemplo, la forma en la que aprenderás y aprobarás el curso será leyendo.
Muchas veces tendrás que leer textos que no te parezcan para nada interesantes, textos extensos y aburridos, pero debes leerlos al fin. Encuentra la forma de leer más rápido y de forma eficiente.Te sugerimos que realices un esquema para dedicar determinada cantidad de tiempo para una lectura diaria.