Por FRUMENCIO VERDUZCO
Tlaxcala.- El presidente del Tribunal Superior de Justicia en el Estado, Héctor Maldonado Bonilla, decidió llevar su gestión por la ruta de la insubordinación que tarde o temprano le implicará problemas al interior y al exterior, porque el poblano se ha cansado de demostrar que su lealtad está con el marianismo que se atrincheró en el Poder Judicial donde cobra y hace negocios.
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El comportamiento incisivo que ha tenido en los últimos tres meses y medio el magistrado Héctor Maldonado ha dañado sensiblemente las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial en Tlaxcala.
Para nadie es un secreto que en febrero pasado los marianistas le ganaron al actual gobernador la facultad de designar al presidente del TSJE, pues los menistas fracasaron en su intento por obtener esa posición a través del magistrado Elías Cortés Roa.
Los aliados del menismo como la magistrada Rebeca Xicoténcatl Corona traicionaron el proyecto político del mandatario Marco Antonio Mena Rodríguez y terminaron por refugiarse en los brazos del marianismo que apeló a la lealtad de los demás integrantes del pleno del Poder Judicial para consumar la llegada de Maldonado Bonilla a la presidencia del TSJE.
México.- Parecería que la historia de cada seis años tiene la maldición de repetirse para Andrés Manuel López Obrador. Sus intereses creados son tan disímbolos, que difícilmente podrá ir a contracorriente y la sociedad en general se lo cobrará el 1 de Julio. Las ultimas encuestas marcan su caída poco a poco.
La incertidumbre ya está a flor de piel en el grueso de la ciudadanía. La inconsistencia en el discurso de AMLO, al asegurarles un día algún tema, y horas más tarde decir lo contrario. Ejemplo, el tema de la reforma educativa, que aseguró no derogaría y horas más tarde ante la CNTE le prometió que si derogaría la reforma educativa.
Las incongruencias de AMLO, tienen en la perplejidad al grueso de la población en el país. El nerviosismo está a flor de piel y se está reflejando en la caída de las preferencias del tabasqueño.
Por eso les digo … Y Nos leemos Hasta la Próxima edición …