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DOS PUNTOS Y SEGUIDO..


Redactado por: adriana bravo
junio 10, 2016 , a las 1:30 am

Por FRUMENCIO VERDUZCO

Oaxaca.- El consejero presidente del IEEPCO, Gustavo Meixueiro, y el presidente de la junta local del INE, Edgar Roberto Arias, se cuelgan la medalla de la pifia. Es el calificativo que merece su papel de árbitros en las elecciones más concurridas del pasado domingo.
La lentitud en la entrega de los números de votos de cada partido y las sospechas (letal en un proceso electivo) que provocaron con la lentitud del programa de resultados electorales preliminares (PREP), desvirtuaron los comicios más competidos en la historia de Oaxaca. Las cifras indican que participaron más del 60 por ciento del total de los empadronados que suman unos 2.5 millones.

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Los oaxaqueños se volcaron en las urnas; con su voto demostraron el poder del ciudadano y pusieron a cada candidato y su partido en el lugar que le corresponde. Al votar tan abrumadoramente dieron tal fuerza al sufragio que parecía que anularía los intentos de manipular resultados. Resulta sorprendente cómo, a pesar del gran aparato gubernamental y los recursos que movilizaron con la intención de inducir el voto, no les resultó la jugada. El voto inutilizó las trampas que intentaron los partidos pero surgió la coartada del INE y su brazo operador, el IEEPCO. No hay otra explicación sobre el fracaso del PREP. Lograron sembrar las sospechas. En más de una veintena de municipios y unos dos distritos, los resultados finales no son los que dio a conocer el PREP. Salina Cruz, Huajuapam de León, Juchitán, son un botón de muestra. Serán los tribunales los que, otra vez, enmendarán las pifias del INE y el IEEPCO. Esto, independientemente, de todo el enredo que significará revisar muchas casillas impugnadas.

LA FOTO EN POCAS PALABRAS… 10 DE JUNIO DE 2016

México, D.F.- Javier Hidalgo Ponce, director general de la Dirección de Gestión Ambiental de la Cuauhtémoc, lo tiene claro: No importa cuánta infraestructura ciclista exista en la ciudad, mientras la Secretaría de Seguridad pública (SSP) no cumpla cabalmente su trabajo de proteger a los peatones y ciclistas, la cosa nomás no funcionará.

Arquitecto de profesión y ciclista de corazón, Javier pedalea aproximadamente 20 kilómetros diarios. No tiene auto y entiende de primera mano las necesidades de los ciclistas.

Y aquí hago una pausa, porque a veces es necesario escuchar (o leer) a algunas personas en lugar de hablar y escribir de él.

“Sólo el 5% de los automovilistas no respetan al peatón y al ciclista. Pero hacen mucho daño. Y este número de personas se podría reducir si la SSP hiciera su trabajo.

Creemos que lo más importante de todo es que se apliquen la ley y se proteja al peatón y al ciclista. La SSP es indolente y negligente en éste aspecto.

La SSP no tiene ninguna consideración para con el peatón ni para con los ciclistas y la delegación no tiene ninguna posibilidad de ordenarles que hagan su trabajo. Tendríamos que ponerlos en evidencia como lo hace Arne y ése no es nuestro plan.

El problema viene cuando quien aplica la ley ni siquiera los considera, priorizan al automovilista y les dan todos los privilegios y cuando la aplican sólo lo hacen para corromper.

Es ahí cuando tenemos un divorcio, porque por más infraestructura que tú hagas, por más intenciones que tú tengas y por más biciescuelas que implementes, si no tienes esa parte coercitiva que pueda lograr que ese pequeño número de automovilistas no ponga el desorden, no vamos a avanzar mucho.”

Por eso les digo… Y nos leemos hasta la próxima edición…