Tapachula, Chis.- La familia, jóvenes, sacerdotes y pobres, son los cuatro ejes que el Papa Francisco les pide a los obispos que se atiendan, que no se les abandone, afirmó el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola.
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Entrevistado en el marco de su vista a esta ciudad a la toma de posesión de Jaime Calderón Calderón, como el VIII obispo de la Diócesis de Tapachula y al preguntarle sobre la relación de la iglesia con el gobierno federal electo, señaló que “el presidente electo vino donde estaban los obispos en una sesión permanente en Monterrey y presentó su plan de trabajo y a todos nos pareció muy bueno, digamos que las palabras que nos dirigió, los planes que nos explicó, los compartimos completamente, nosotros estamos a su lado, sobre todo en el combate a la pobreza, en el combate a la violencia, combate a la corrupción, en esto sí estamos a su lado, sin discusión”.
Chiapas es bastante conocido en todo el mundo y seguramente también en el Vaticano y por el Papa por su diversidad cultural, por la presencia de tantas comunidades indígenas que también a través de la iglesia han encontrado la manera de vivir y de sobrevivir en la sociedad actual.
“(Chiapas) tiene un gran valor cultural, al mismo tiempo es un gran desafío, siempre cuando hay variedad cultural siempre será un desafío, sobre todo porque donde no hay concurrencia no hay la posibilidad de competir con otros y cuando hay otros que compiten contigo esto es bueno, porque te obliga a mejorar tu producto y la iglesia también está en ese desafío, tiene que ofrecer lo mejor que puede y por eso el Papa ha enviado a un obispo, de gran calidad para que pueda con gran sabiduría conducir a su pueblo, sobre todo porque se trata de un hombre de oración, un hombre de comunión”, agregó.
Coppola manifestó que “ustedes saben que Chiapas por su variedad muchas veces termina en conflicto y el obispo debe ser un hombre de comunión, un hombre de fe, de gran valor, que sepa conducir a su pueblo por el bien, con la guía de Dios”.
LOS CUATRO DESAFÍOS DE LA IGLESIA
Añadió que el Papa Francisco les pide a sus obispos de Chiapas estar atentos a cuatro realidades. Uno de ellos es la familia, sobre todo porque la familia es la célula base de toda sociedad y también de la iglesia, porque si no se cuida a la familia todo cae, cae la sociedad, cae la iglesia, “entonces tenemos que ir a ayudar a la familia, la familia se enfrenta hoy a una situación en la que no pueden hacer lo que han visto hacer a sus padres, porque los tiempos han cambiado muchísimo, porque sus hijos no son como eran ellos cuando eran pequeños, entonces hay un desafío enorme y la iglesia tiene que ayudar a la familia”
Dijo que como segundo punto, la iglesia tiene que concentrarse sobre los seminarios, a veces se encuentran padres que no son fieles a su compromiso, que no son buenos sacerdotes, esto depende también de la formación que han recibido y el discernimiento que se hizo sobre ellos, no estaban hechos para ser padres o no los han formado convenientemente, por eso hay que tener mucho cuidado en los seminarios y el obispo tiene que estar muy de cerca con los seminaristas porque debe de aceptar en el seminario a sus mejores sacerdotes.
El Nuncio Apostólico señaló que los jóvenes como tercer punto, para la iglesia son un desafío, porque si la iglesia no cambia y se contenta sólo con recibir a los que vienen, pierde a los jóvenes, de ahí que hay que ir a buscarlos donde se encuentren si no llegan a la iglesia, Jesús no estabas sobre la sinagoga, siempre estaba caminando por las calles y los sacerdotes tienen que caminar por las calles.
Al referirse a los pobres, señaló que Chiapas tiene como todo México, situaciones de vida digna y tiene situaciones de vida indigna, de vida muy miserable, muy pobre, “Jesús nos dijo que está en los pobres y a ellos también tenemos que cuidarlos con la misma devoción que el Santísimo Sacramento, porque ahí está el señor, también está en los migrantes que pasan aquí por Chiapas que necesitan atención, porque son pobres de espíritu y de esperanza, que han sido desilusionados, con todo esto, la iglesia tiene que estar con ellos, esa es la misión que la iglesia espera de monseñor Jaime Calderón, como obispo de Tapachula.