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CHIAPAS, DE LO CELESTIAL A LO MUNDANO


Redactado por: adriana bravo
julio 4, 2019 , a las 5:09 am

Tuxtla Gutiérrez, Chis.- Vivir unas vacaciones en Chiapas va más allá de lo común. Sus 9 regiones son un mosaico de ecosistemas que permiten vivir experiencias inigualables como el adentrarte en la Selva Lacandona, también llamada “Desierto de la Soledad, o bien, degustar el delicioso café que se produce en la Sierra Madre, una de las áreas cafetaleras más importantes del país.En cuestión de historia, es imperdible la región Alta, a la que pertenece San Cristóbal de las Casas, una joya colonial, donde convergen tejados, patios floridos, balcones esquinados, fachadas barrocas, construcciones de estilo neoclásico y mudéjar.

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Si prefieres el sol, la arena y el mar, no debes dejar pasar la oportunidad de conocer la costa chiapaneca, un verdadero paraíso terrenal. Una de las playas emblemáticas es Boca del Cielo, cuyo nombre lo dice todo. Pertenece al municipio de Tonalá.
De lo celestial podrás viajar a lo mundano sin salir del Estado. La Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, en la región centro, será el escenario perfecto para danzar con los parachicos al ritmo de las maderas que cantan. Esta tradición es considerada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, al igual que la marimba. Y qué mejor que disfrutar de su música en el Parque de la Marimba, en Tuxtla Gutiérrez.
Este parque se convierte en el alma de la ciudad cada noche con la música que llena de alegría y entusiasmo a todos sus visitantes, quienes disfrutan bailando al son que les toquen. Si quieres conocer más de la historia de este instrumento o incluso ser parte de los acordes, puedes visitar el museo de la Marimba, donde hay un tablero electrónico en el piso, que simula un teclado gigante para que los visitantes hagan música guiándose por las notas que son mostradas en un monitor.
Y finalmente llegamos a la gastronomía. La comida chiapaneca es un mosaico de platillos compuestos por su biodiversidad natural. Cada lugar le imprime características propias de la región. En la costa, por ejemplo, podrás probar un delicioso atole de harina de plátano verde, acompañado de un dulce de mango. Ambas frutas se producen en la zona.
En cambio, la región fronteriza, refleja en su comida el encuentro de dos raíces la autóctona y la española. Ahí se ofrece una amplia gama de quesos, embutidos y antojitos que podrás acompañar con un licor comiteco, hecho a partir de la fermentación del aguamiel extraído del maguey.
Así es como Chiapas, nos acerca a nuestras raíces y nos permite ser parte de su historia, a través de sus paisajes, bailes, acordes musicales y sabores. ¡Vivamos Chiapas!