Oaxaca, Oax.- Ni Beatriz Pardo Martínez ni su hermano Ramón conocieron a su abuelo Ramón Pardo (1871-1940), doctor oaxaqueño que en el año 1900 realizó la primera raquianestesia en México. Fue el cariño familiar el que les hizo atesorar durante 33 años, objetos como el botiquín que utilizó en esa cirugía y que ahora se exhibe en el Museo del Frontispicio, inaugurado ayer en la Facultad de Medicina y Cirugía.
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El director de la Facultad, Luis Manuel Sánchez Navarro, reconoció que tanto Beatriz como su hermano Ramón hayan donado el legado científico, literario, académico e intelectual del doctor Ramón Pardo, a quien se dedica una vitrina especial por el “acto generoso de desprendimiento”.
Para Ramón, ese legado siempre estuvo en casa y a pesar de que eran instrumentos de medicina que estaban guardados, le eran familiares. En 1986, con la muerte de su padre Ramón, tanto él como su hermana recibieron algunas cosas.
Beatriz ignoraba que su hermano Ramón atesoraba el botiquín, fue hasta meses atrás, cuando acudieron a entregar las propiedades de su abuelo en donación que se enteró, “quedé sorprendida”.
El padre de ambos fue médico militar y esa formación lo llevó a conservar las cosas de su padre, incluso objetos personales o su biblioteca completa, cuyo 99 por ciento de ejemplares los donó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En tres cambios de casa Beatriz cargó con ese legado que cuidó de hongos y humedad, por lo que la apertura del Museo del Frontispicio fue la oportunidad para compartirlo para abrir el horizonte de estudiantes y colocarlo “donde debía”.