Ciudad Ixtepec, Oax.- El Hospital General de Ciudad Ixtepec, a cargo del director Brigido Reyes, atraviesa una severa crisis: sin medicinas, equipo, insumos y sin personal.
Las condiciones en las que labora el nosocomio cada día empeoran. Resalta el hecho de que el personal de seguridad hace las veces de camilleros, cuando su deber es la guardia y custodia del hospital.
Sin médicos, camilleros profesionales o enfermeras, la atención que ofrecen es deficiente.
Cabe destacar que las personas que por algún problema de salud buscan la atención médica en este nosocomio, tienen que esperar hasta dos horas para ser atendidos, sin que los encargados de brindar la recepción expliquen el motivo de esta mala atención. Y a pesar de contar con seguro popular, a los derechohabientes les cobran 35 pesos la consulta, cinco pesos más que en farmacias que ofrecen servicios médicos.
Aunado a esto, según declaraciones de la familiar de Deysi Gómez Zárate, quien dijo que su cuñada entró al hospital por un problema de vesícula, fue dada de alta luego de aplicarle calmantes para el dolor, y que más tardó en salir que en regresar de nuevo, sin que recibiera la atención adecuada a su caso.
En entrevista con personal del hospital, dijeron que el director sólo está de más en este hospital, ya que no promueve, ni gestiona las necesidades básicas para brindar una atención de calidad.
Agregó que “no es posible servir a dos amos, ya que amará a uno y odiará al otro”, señalando con esto que el director trabaja también en el IMSS, y que debido a esto no se presenta a trabajar en el hospital para atender como es debido sus deberes en este nosocomio.
La fuente añadió que para ser director “debe uno callar y obedecer, y ser servicial al Secretario General de la Sección 35, de Servicios de Salud de Oaxaca, Mario Constantino Félix Pacheco, a quien el director le debe su puesto, puesto que no atiende”.
El personal entrevistado agregó que el descontento de la gente continúa creciendo y que de seguir así, sería como una bomba de tiempo que en cualquier momento podría explotar.
“La gente está enojada, se da cuenta en las condiciones en las que está este hospital; mientras se aguanten no hay problema, pero esto no tarda en dar sus frutos”.