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CHOCHOLTECOS, UNA CULTURA OAXAQUEÑA EN EXTINCIÓN INMINENTE


Redactado por: adriana bravo
mayo 21, 2016 , a las 1:12 am

Tepelmeme Villa de Morelos, Oax.- Los chocholtecos que habitan en esta región resisten los embates de la modernidad conservando su cultura y tradiciones. A pesar de haber perdido su idioma, los viejos guardan reminiscencias del pasado, viviendo en chozas de adobe y techos de palma, tejiendo sombreros, elaborando pulque y bañándose en temascal. En algunas poblaciones están haciendo esfuerzos por volver a aprender su lengua y recuperar el jarabe chocho.

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Quizá resulte extraño que en este municipio ubicado en la Mixteca alta habiten chocholtecos.

Lo que sucede, refieren investigadores, es que en la época prehispánica los pueblos de Coixtlahuaca fueron densamente poblados, en algunos de ellos convivían hablantes de diversas lenguas indígenas. El valle de Coixtlahuaca lo integraban chochos, mixtecos e ixcatecos.

Hace 2 mil 500 años, el valle de Tehuacán también era ocupado por hablantes de chocho-popoloca; el territorio se redujo hace mil años, aproximadamente, por la expansión de los nahuas hacia el sur y de los mixtecos hacia el norte.

EXTINCIÓN INMINENTE

Coixtlahuaca tuvo su mayor esplendor hacia mediados del siglo XV, época en la que acudían al mercado de ese lugar comerciantes de la Costa, del Golfo de México y del Altiplano Central, lo que indica la importancia que tuvo en ese tiempo. Alfonso Caso, al referirse a la región de Coixtlahuaca, sostiene que ésta era el hábitat de los chochos o popolocas de Puebla.

Durante el siglo XVI, después de la Conquista, la población indígena disminuyó considerablemente debido a la hambruna, el trabajo excesivo a que fueron sometidos y las epidemias de viruela en 1520 y 1593, de sarampión en 1531, y tifo en 1576. La población chocholteca se vio afectada a tal grado que, en 1597, sólo quedaba la mitad de tributarios en los pueblos de Coixtlahuaca.

RECUERDOS DE LA ANTIGÜEDAD

Don Salomé Mendoza camina entre las chozas que recuerdan estampas del pasado prehispánico. Cuida chivos a pesar de sus 78 años plagados de enfermedades. Aunque es una persona de edad, no habla el chocholteco. Ni siquiera sus  abuelos  lo hablaban ya. Esta lengua se perdió totalmente desde hace por lo menos tres generaciones.

En el campo no hay  trabajo. Solamente se cultiva un poco de maíz… pobreza y migración.

Los chocholtecos se alimentan de trigo que compran de otros lados, porque la tierra aquí ya ni siquiera lo produce.

Sin embargo, este grano es la base de su alimentación. De él obtienen el atole y el pan.

Aquí casi no llueve. La tierra es árida, desértica, terregosa. En las agencias alejadas de la cabecera municipal, la población chocholteca no conoce más hogar que el jacal de piso de tierra, paredes de adobe y techo de palma, ni más alimento que el pulque y las tortillas de trigo. En las partes altas de la población, donde viven los campesinos,  el clima es extremo. hace frío y por momentos, el sol pega inclemente. La  ocupación de los indígenas es el cuidado de los chivos, el corte de leña y el tejido de la palma.

Los más afortunados tienen pequeñísimas parcelas. El único camino que existe para salir de las zonas altas al centro de la población está en malas condiciones. Tiene hoyancos y promontorios que dificultan el viaje.

Cientos de chozas están desperdigadas en un paisaje agreste y árido. Donde antes hubo magueyes palma o pinos, hoy hay polvo, erosión y resequedad.

POBREZA, POSESIÓN COMÚN

Hace algunas décadas, las viviendas eran de cerco en vez de muros; éstos se construían a base de “quiotes”, o sea el tallo del maguey, y de varas y carrizo. En la actualidad se ha incrementado la construcción con tabique o adobe. Los techos que antiguamente eran de pasto, palma o popote (tallo del trigo) ahora son de lozas de concreto, que cada día aumentan en toda la microrregión.

También se llegó a usar el zotol, una planta de la región la que se introducía en líneas de quiotes partidos. Los pisos, antes apisonados y a veces de ladrillo, ahora son de concreto.

Sin embargo, muchos campesinos siguen habitando como hace siglos, dominados por la pobreza.

Las actividades más importantes, por involucrar a un mayor número de artesanos, eran la elaboración de cobijas “lanillas” y gabanes (cotones) de lana que obtenían del ganado ovino de la región, y los sombreros de palma. La actividad textil ha disminuido considerablemente, aún subsiste el tejido de sombreros de palma y de fibra sintética, aunque también tiende a desaparecer, por la poca demanda que tiene, debido a que otros pueblos se han convertido también en tejedores de sombreros, saturándose la oferta en el mercado.

El señorío

190 km distancia de Tepelmeme a la ciudad de Oaxaca
1 mil 455 habitantes en Tepelmeme

El estigma

CHOCHO O CHOCHOLTECA
La palabra “chocholli” se refiere a algo rústico, algo común, sin refinamiento, algo corriente, “chocholtecatl” es “el de origen rústico, el hombre de poca importancia, el corriente”, “chocholtecah” es “el pueblo salvaje, sin refinamiento, rudo”.
A los mexicas les daba igual referirse a los ngiwa como chocholtecah
“gente sin importancia” o popolocah “gente con un hablar extraño y confuso”. Por eso algunas veces en la historia aparecen como chochos, popolocas, chocho-popolocas, chochones, popolucas.

LOS CHOCHOS

La cultura chocholteca se desarrolló en 17 municipios de los distritos de Coixtlahuaca, Teposcolula, Tlaxiaco y Nochixtlán ubicados en la Mixteca Alta; actualmente hay chocoltecos sólo en 13 municipios como: Santa María Nativitas, San Miguel Tequixtepec, Santiago Teotongo, San Cristóbal Suchixtlahuaca, Tepelmeme Villa de Morelos, Concepción Buenavista y Santiago Ihuitlán Plumas, entre otras comunidades.
Esta lengua, se encuentra en vías de extinción, ya que solamente hay 922 hablantes según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.