Cañada de Hielo, Santa María Peñoles, Oax.- La pobreza cubre palmo a palmo su figura infantil. Las mangas del suéter escolar quedaron desvanecidas en hilachos que cuelgan y se mecen al movimiento de sus manos. Un mecate rodea su estrecha cintura para aferrar a ésta los pantalones roídos. Sus pies están calzados entre la suela y el cuero que alguna vez tuvieron forma de un zapato y que hoy se abre como boca tragando tierra.Salvo la taza de café bebida de un sorbo, Macedonio, un niño de nueve años de edad, carga en su estómago el ayuno de casi 20 horas. La comida es algo que no está seguro de recibir porque en casa sobreviven con 800 pesos mensuales.
La comunidad pertenece al municipio de Santa María Peñoles, ubicada en los indicadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dentro de los lugares con mayor grado de desnutrición infantil. Las cifras consultadas en el “reloj de la desnutrición” indican que en total, 300 niñas y niños enfrentan este padecimiento derivado por la pobreza alimentaria.
Cañada de Hielo se ubica a poco más de 25 kilómetros de la capital del estado, de los cuales diez están zanjados sobre una vía de terracería entre lomeríos despoblados de vegetación. Algunos deslaves ocasionados por una reciente lluvia amenazan los caminos escasamente transitados.
Tortilla y salsa, dieta única
Las viviendas se asoman entre el macizo que cobija a la comunidad. A la entrada se ubica la escuela primaria. En el patio, decenas de niños aprenden los números romanos usando el suelo de pizarrón durante la dinámica de la maestra Gaudencia.
Todos están vestidos con remiendos de pantalones, suéteres roídos, zapatos desgastados. En el rostro se tiñe el color de la desnutrición en manchones blancuzcos.
“No almuerzan para venir a la escuela, a eso le sumamos que muchos viven retirado y tienen que caminar para llegar. Algunos toman café, pero no son todos. Los niños se aguantan el hambre, ya cuando llegan a casa se comen una o dos tortillitas si es que la mamá o los abuelitos consiguieron de comer”, indica la profesora.
La falta de de fuentes de empleo derivó en la migración del padre y la madre. Los hijos se quedan al cuidado de la abuela, quien enfrenta el doble de dificultad para poder alimentarlos. Rara vez logran comer carne, leche o queso. Su dieta esta basada en frijol, tortilla y salsa.
“¿Quiénes desayunaron hoy?”, indaga la docente. La pregunta les causa diversión. Diez manos se elevan.
“¿Quiénes tomaron leche en esta semana?” La respuesta es aún más escasa con dos manos alzadas.
“¿Quién ha comido carne en estos días?”, agrega sin encontrar la respuesta positiva entre el estudiantado. Las risas se sueltan como cuando se escucha un buen chiste.
Programas fallidos contra la desnutrición
Según los datos del “reloj de la desnutrición” publicada en la página nutriciónenmexico.org.mx en todo Oaxaca hay 69 mil 295 niños en desnutrición.
El cálculo de las tendencias municipales de la prevalencia de la desnutrición en la población menor de 5 años se basa en la estimación de la misma a partir de los resultados de los cuatro Censos Nacionales de Talla (CNT) en población de primer año de primaria, realizados en 1993, 1994, 1999 y 2004, por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Secretaría de Educación Pública.
Se dispuso del procesamiento de las bases de datos de dichos censos realizados por los autores del presente instrumento en el ámbito del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
De acuerdo con la proyección a diciembre de 2029 el número habrá disminuido a 33 mil 881 niños en esa condición.
Sin embargo, las aciones aplicadas para abatir las cifras negativas son señaladas como insuficientes entre la población beneficiaria.
Con un alimento al día
Para los niños de Cañada de Hielo, el acceso a la alimentación es un derecho negado. Menos de un 50 por ciento es beneficiario del programa Prospera por el cual reciben cada dos meses entre 370 y 400 pesos. El dinero no es suficiente para solventar los gastos que implica el calzado, vestido, alimentación y asistencia a la escuela. Otros ingresos familiares son obtenidos de la venta de leña. En primedio, las familias integradas por cinco y hasta siete integrantes viven con 800 pesos mensuales.
Quienes son más afortunados tienen asegurados dos alimentos al día por lo menos dos semanas, ya que a través del programa Cocinas Comunitarias del DIF Estatal, reciben desayuno y comida. Cada dos meses son proveídos con lenteja, soya, frijol y atún. La despensa debería de durar por dos meses pero apenas alcanza para dos semanas, asegura Leovigildo Rosas, vocal de contraloría de Prospera.
“Si escuchamos el comercial de quienes están en el poder aseguran que tenemos todo, pero no es cierto. No todas las mujeres son beneficiarias ni todos los niños son alimentados en los comedores comunitarios. Eso es una mentira”, expresa.
Ausencio Pérez Ramírez, suplente del agente municipal y Lauro López, mayor de la agencia, agregan que la carencia que viven en la comunidad es producto de la falta de fuentes de empleo. La población se dedica al campo en la siembra de frijol de autoconsumo. Algunos otros ingresos los llegan a ganar en la venta de leña. “Aquí vivimos limitados de todo. Ni nosotros mismos sabemos cómo se logra la gente”, expresa Ausencio.
La pobreza alimentaria intantil en México
1/4 parte de la población infantil enfrenta una situación de pobreza alimentaria
14 millones de menores de 12 años viven en la pobreza
54 por ciento de la población infantil del país
6.9 millones enfrentan carencia alimentaria
200 mil niños de entre 6 y 12 años no asisten a la escuela
Escasez alimenticia
Sufren de pobreza alimentaria aquellas personas que presentan una de estas situaciones de manera regular: alimentación poco variada, alimentación por debajo de los requerimientos nutrimentales, dormir con hambre, una sola ingesta al día o una ingesta que deja con hambre al menor.
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