Juchitán de Zaragoza, Oax.- Hace exactamente tres años, el 19 de agosto de 2014, campesinos, maestros jubilados y otros profesionales de la Octava Sección lograron la limpieza y horadación de la Laguna Biahuidó para que se formara la laguna y nacieran los nenúfares que caracterizan a este sitio que tiene asentamientos prehispánicos; actualmente, la laguna volvió a ocuparse por los ciudadanos como basurero y en lugar de nenúfares es desperdicio el que se mira suspendido sobre el agua.
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La esperanza
El proyecto tuvo el apoyo de la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas (CDI); se contrató maquinaria que horadó en donde se formaba la laguna, y se contó con el asesoramiento del biólogo Alfredo Saynes, quien consideró que no bastaba con el uso de la maquinaria y que habría que retirar los residuos sobrantes manualmente.
El sueño de los vecinos de Cheguigo era continuar los trabajos para que el espacio se volviera un parque público, un lugar de esparcimiento en donde se disfrutara de la naturaleza, en donde los juchitecos pudieran ir a pasear y disfrutar lo que antaño representó la zona: un paraíso de plantas y animales nativos.
Mario Pérez, uno de los integrantes del Comité de rescate de la laguna Biahuidó’, comentó que la horadación se había hecho de forma superficial, sin afectar los tubérculos de las plantas nativas -como los nenúfares- y que se retiraron los escombros y las envases de vidrio que una empresa tiró por años ahí.
El destierro
El sitio Laguna Biahuidó’ o Laguna So’pe’ es una zona muy amplia; gran parte de ella ya ha sido ocupada por particulares y se erigen casas, durante la excavación de sus cimientos se han encontrado piezas prehispánicas. Otra zona está ocupada, o mejor dicho apartada porque nadie vive ahí, son chozas inhabitadas, por seguidores de Emilio Montero Pérez, dirigente del FUCO.
Ante este escenario el trabajo iniciado hace tres años tenía la intención de evitar la invasión de esta área o que se volviera un basurero, este último temor fue colmado por vecinos inconscientes y recolectores de basura que lo han convertido en un vertedero clandestino.
Tres mil años de antigüedad
Según el historiador Víctor Cata, el sitio conocido como Biahuidó’ o Laguna So’pe’, es una de las zonas arqueológicas más importantes de la región del Istmo. El último trabajo arqueológico profesional hecho en el lugar fue realizado por el arqueólogo Agustín Delgado.
De este trabajo de investigación se desprendió que el sitio fue un paso natural para la comunicación entre las culturas del centro de México y las de Valles Centrales con las culturas de Centroamerica y Guatemala, como la cultura teotihuacana y la de los mayas.
Según Agustín Delgado, en la zona arqueológica de Laguna So’pe’ se asentó una cultura 950 años antes de Cristo (conocido como Preclásico Medio) y abandonaron el lugar 200 años después de Cristo (Protoclásico), más de mil años según el tiempo calculado siguiendo la técnica de la escaligrafía que consiste en cavar fosas para leer las capas del suelo. Luego de abandonar la zona, los habitantes de Laguna So’pe’ se asentaron en la zona llamada Ladrillera, lo que es hoy Cheguigo Sur.
Al encontrar restos de comida y alfarería se pudo reconstruir su forma de vida. Los antiguos pobladores de Laguna Biahuidó’ vivían de sembrar maíz y calabaza y vestían con el algodón que sembraban para hacer textiles; se alimentaban también de animales de la zona.
En los vestigios encontrados por el arqueólogo destacan ollas cuyas características y tipo de barro utilizado -se dedujo- venían de otras culturas de otras zonas del país. Se encontraron también varios montículos que fueron adoratorios. Los antiguos pobladores del lugar hicieron lagunas artificiales para poder resistir en tiempos de sequía, en ellos tuvieron bancos de peces.
Víctor Cata agregó que además de su valor histórico, en la zona de la laguna existe una importante biodiversidad de plantas, animales y aves; solamente en aves se registraron -solamente en esta zona- 31 especies, la mitad de las cuales son migratorias y en muchas de las cuales ya se olvidaron sus nombres en zapoteco.
“Nosotros sólo ubicamos un tipo de garza (xumbé) pero existen varios tipos y tienen sus nombres en zapoteco como el gulagú o garza nocturna, muchas veces la gente confunde la garza blanca y la llama xumbé y es biusi”, dijo Víctor Cata que enumeró una serie de nombres de pájaros de la zona.
Zona de invasiones
Parte de la responsabilidad de que la laguna esté anegada es por el escombro que mandó rellenar Alberto Reyna Figueroa hace aproximadamente una década, para poder asentar ahí una colonia popular. En ese entonces asociaciones civiles y activistas protestaron por el crimen ecológico que llevó a cabo el exedil de Juchitán y líder histórico de la COCEI.
Por su cercanía con la ciudad y estar ubicada en una zona privilegiada, pues colinda con la carretera que lleva a Tehuantepec, también ha sufrido invasiones de otros líderes coceístas, que ante la protesta de personas atentas a la zona han realizado, se han restirado pero existe el peligro de que en cualquier momento vuelvan al lugar para asentarse.
La zona delimitada por expertos como parte de la zona Laguna So’pe’ abarca toda la zona de uso común y también en zonas propiedad de particulares.