San Juan Bautista Tuxtepec, Oax.- La tormenta tropical Ramón causó estragos en la comunidad de Benemérito Juárez, conocida como Palo Gacho, con mil 100 viviendas que resultaron con afectaciones, aunque son habitables, el 80 por ciento de la población perdió todo.
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El coordinador regional del estado, Gabriel Cué Navarro informó que en promedio habitan tres personas por viviendas de acuerdo al censo del 2016 que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geofrafía (INEGI).
En una primera evaluación los daños materiales son cuantiosos pero no hubo pérdidas humanas que lamentar.
Para garantizar la seguridad de las familias damnificadas se instaló un albergue en el salón social con capacidad para mil 500 personas.
El apoyo consistirá en tres etapas; salvaguardar la integridad, garantizar la alimentación por lo cual el DIF estatal instaló un comedor comunitario y la limpieza de las viviendas.
Personal de la Fuerza Aérea Mexicana arribó al lugar para entregar en un primer viaje 250 despensas, pero se comprometieron a regresar con más apoyos, además del compromiso de la presidenta DIF estatal, Ivette Morán de Murat con 37 toneladas de víveres.
Lo perdieron todo, menos la esperanza
Las lágrimas de Paula Lezama son incontenibles al recordar como el agua del arroyo que recorre la comunidad de Benemérito Juárez, conocida como Palo Gacho comenzó a subir en segundos e inundó su hogar ante el temor de quedar atrapadas.
Tiene más de 60 años, por su edad no tuvo oportunidad de salir, quedó atrapada junto a su familia al interior de la vivienda, gracias a la solidaridad de los vecinos lograron salir.
Paula tiene una hija discapacitada, quien en la mirada aún refleja el terror que vivió la tarde del miércoles.
Viviendas cercanas al arroyo, las más afectadas
Las personas que habitan cerca del arroyo fueron los más afectados; los vecinos colocaron cuerdas entre las viviendas para que las personas lograran salir.
Familias completas se quedaron sin nada; tendrán que pasar la noche en el albergue con ropa prestada o regalada.
Perdieron electrodomésticos, los objetos que compraron con esfuerzo, señala María del Carmen Colunga, quien desde hace 40 años vive en Palo Gacho con su hijo, recuerda la ayudaron a salir y aunque esta bien de salud, todo se perdió.
“Mi ropa se quedó en el lodo, todo se perdió, no tenemos nada, pensé que el agua no subiría, me tomó desprevenida, mi nuera se estaba ahogando, estuvo muy feo, muy feo”.
Se resisten a dejar viviendas
A pesar del mal estado de las casas causado por el lodo, las familias afectadas se resisten a dejar sus hogares, como el hijo de María del Carmen que dormirá entre el agua cuidando las pocas pertenencias que les quedaron.
Solo las mujeres se trasladaron al albergue, el resto permanecerá vigilando para no ser víctimas de la rapiña.
“Cuando salimos de casa el agua alcanzaba la cintura, apenas si sacamos a los niños, eso fue en un instante, por ahora nos quedamos en la casa, algunas personas ofrecen su vivienda para pasar la noche o el albergue, pero esperaremos, tenemos que cuidar lo poco que queda”, expresa María Antonia.
Antecedente
Hace 14 años la comunidad padeció los estragos de las lluvias, pero el agua solo alcanzó las viviendas que se encuentran a la orilla del arroyo.
La población es consciente de la zona de riesgo en que se encuentran y tienen una convicción para no moverse; es su casa, ahí está la familia, no es fácil dejar el lugar donde crecieron.