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CAMILO: CONSTRUCTOR EMPÍRICO QUE PEPENA PARA SOBREVIVIR EN OAXACA


Redactado por: adriana bravo
junio 3, 2017 , a las 5:08 am

Oaxaca, Oax.- La calle sin nombre se volvió el último sitio para recoger los envases de cristal, el PET y los residuos que tienen un valor monetario para los recolectores de desechos y recicladores. Este es su segundo año como pepenador luego de una operación que tuvo para salvar su vida en el 2015, cuando le retiraron una piedra en la vejiga, esto acabó con su trayectoria en la construcción y la albañilería… ahora don Camilo pepena y toma el dinero de los suelos para, como dice, “aunque sea comprarse unas golosinas o un refresco”.

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A sus 69 años de edad el viejo constructor, proveniente de San Antonio de la Cal, mencionó que desde hace un lustro dejó su gusto predilecto y también su maldición, el mezcal, bebida que tras décadas de consumirla le causó estragos en sus órganos y comenzó a sentir los dolores punzantes en la parte baja del estómago; después de conocer el diagnóstico de su vejiga dejó su profesión en la albañilería.

“Desgraciadamente no concluí mi primaria, quedé hasta segundo año y cuando iba a pasar a tercero, mi papá me dijo que ya no aguantaba pagarme la esuela, porque tenía que mantener al ganado, llevarlos a pastar, a parte de que mi padre quemaba la cal, porque antes eso se hacía allá”, el término de sus estudios fue una decisión familiar que le dejó pocas opciones laborales en el futuro.

“Yo comencé a tomar desde los 13 años, cuando me salí de la escuela me dediqué a leer revistas, en ese entonces costaban como 50 centavos y fueron mi medio para despertar y aprender lo poco o mucho que sé. Pero después comencé a trabajar de lo único que podía con mis estudios y conocimientos: la macuarreada”, don Camilo mencionó que fue ese oficio una de las causas para volverse adicto al alcohol.

Pepenar para subsistir

Don Camilo tuvo que dejar la bebida después de saber su delicada condición y después de su operación en el Hospital de Especialidades, abandonó sus labores en la construcción; unas semanas de recuperación bastaron para que el hombre saliera a las calles cercanas a la zona comercial de Oaxaca de Juárez y los alrededores del río Salado, para conseguir materiales y venderlos.

“A mi edad me han rechazado solicitudes de trabajo, además desalienta ver como a otras personas de la tercera edad no les permiten trabajar por ser mayores, por eso mejor recojo y reciclo de lo que tiran”. Don Camilo realiza uno o dos viajes a la calle sin nombre que se ubica a un costado del Instituto Carlos Graciad (Icagra), donde diariamente saca unos 20 pesos por el vidrio y otros 50 pesos por el PET.