En medio de la peor crisis de credibilidad que haya vivido el Poder Judicial Federal, las cosas no parecen ser diferentes en el Sexto Circuito con sede en Puebla, en donde las prácticas de nepotismo parecen ser un acto cotidiano y cínicamente común.
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Aquí un caso de flagrante y burdo de nepotismo.
En el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, a partir del 15 de marzo de 2019, fue nombrada la magistrada Gabriela Esperanza Alquicira Sánchez, proveniente de un Tribunal Colegiado de Tlaxcala.
Desde su arribo a Puebla se pasó por el Arco del Triunfo el contenido de los artículo 108 de la Constitución Política y sus fracciones VI, y XXV; además de un sin fin de artículos de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, y hasta lo establecido en la propia Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación: Decidió poner a trabajar a su hija Katerine Aguilar Alquicira en su propio tribunal.
Así como usted lo lee.
La magistrada Gabriela le dio chamba de manera directa a su nena en el tribunal donde ella es la titular.
Pero la historia no acaba ahí, toda vez que el poder que le ha cedido su madre a Katerine Aguilar Alquicira, hace que los propios abogados litigantes ya la llamen la 4a magistrada.