Por FRUMENCIO VERDUZCO
Puebla.- Ni obsesionada ni obstinada ni ofuscada. Así cuentan que está Martha Érika Alonso respecto a la posibilidad de ser candidata al gobierno del estado de Puebla en 2018.
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Quienes han hablado recientemente con ella la han percibido tranquila y serena, pero no impasible ante el muy probable hecho de aparecer en la boleta electoral.
Sus cercanos comentan que está concentrada en su labor como secretaria general del Comité Directivo Estatal del PAN, pero al mismo tiempo consciente, totalmente consciente, de que, al menos hasta hoy, no hay otra figura que le pueda competir en conocimiento, intención de voto, trabajo, estructura y relación con liderazgos regionales.
No les falta razón: ninguno de los otros prospectos –o suspirantes- de Acción Nacional está haciendo lo suficiente –es decir: lo necesario- para convertirse en una verdadera opción, o “Plan B”, en caso de que la ex titular del Patronato del Sistema Estatal DIF no sea la candidata.
Veracruz.- A Flavino Ríos Alvarado se le podía ver vestido con traje sobrio, guayabera o abrigo; se veía en él a un funcionario elegante y eficiente, usaba el diálogo terso y suave para resolver los problemas. Su experiencia como funcionario es basta: ha sido subsecretario de Gobierno, secretario de Educación, secretario de Gobierno y finalmente gobernador interino.
Su cambio al lado oscuro no fue automático, seguramente le aprendido algunas mañas al oscuro Tío Fide y se graduó con Javier Duarte. Cuando Javier Duarte pidió licencia, mostró ese lado oscuro; comenzó a mover sus piezas, le habían hecho creer que Yunes Linares no llegaría y que su mandato se alargaría. Comenzó a dar facilidades para la basificación del personal y comisionados del gobierno, y también toma de notas a varios sindicatos.
Sin embargo, Ríos Alvarado ya se había embarrado de estiércol; a su paso en el gobierno ya había tenido tropiezos con los maestros y pensionados.
Por eso les digo … Y Nos leemos Hasta la Próxima edición …