Por FRUMENCIO VERDUZCO
Oaxaca.- La falta de oficio político, habilidad y sensibilidad, exhibieron a César Morales Niño, presidente de la Mesa Directiva de la LXIV Legislatura, en toda su dimensión, al grado que hoy Barras y Colegios del Abogados de Oaxaca lo han declarado una persona non grata y exigen una disculpa pública total y no parcial a sus exabruptos. Siempre llevado de la mano del hoy disputado federal del PT, Benjamin Robles Montoya, se convirtió en flamante representante popular al aprovechar la avalancha político electoral de Andrés Manuel López Obrador, pero ausente de la consistencia política e ideológica que se necesita.
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Sin medir consecuencias se fue de la boca al decir que “los abogados son unos grandes estafadores”. Todo, porque está enojado pues abogados de Tezoatlán de Segura y Luna ganaron un caso y “hoy al señor diputado le duele.
Veracruz.- Mientras los acelerados ya le están coartando al gobernador Cuitláhuac García Jiménez la posibilidad de terminar su responsabilidad al frente del Poder Ejecutivo, cosa que no habrá de suceder al menos en los próximos dos años.
La realidad es que, en el horizonte político, en ese al que aspiran todos los veracruzanos que le entran a la grilla profesional y que es la de gobernar su entidad, no se ven personalidades con la hechura para encarar la responsabilidad.
Y es que las nuevas fórmulas personalísimas de ejercer el poder, han provocado que al menos en la entidad, no se catapulte a nuevos actores políticos a esa estratosfera a la que aspiran los que algún día gobernaran Veracruz.
Durante el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, una regla de oro fue la de no opacar al mandatario estatal, que, erigido en máxima autoridad, pretendía ser todo al mismo tiempo, así es que, si era invitado a un bautizo, él quería ser el bautizado, si era una boda, quería ser el novio, si era funeral, deseaba ser el difunto.
Por eso les digo … Y Nos leemos Hasta la Próxima