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ESPACIO DE OPINIÓN …


Redactado por: adriana bravo
diciembre 28, 2016 , a las 5:02 am

INFLACIÓN: PANORAMA 2017

Por GABRIEL CASILLAS   

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Con la fuerte depreciación que sufrió el tipo de cambio peso-dólar este año (~20 por ciento) -y lo que lleva acumulado desde mediados de 2014 (~60 por ciento)-, así como la liberalización de los precios de las gasolinas y el reciente aumento de casi 10 por ciento en el salario mínimo, pareciera que la inflación podría aumentar significativamente en el año que está por comenzar. Hay voces que hablan de una “espiral inflacionaria”. Yo no creo que eso vaya a suceder, pero considero que de haber estado por debajo o alrededor de tres por ciento por más de diecinueve meses (desde mayo de 2015), es probable que la inflación termine por arriba de cuatro por ciento en el 2017. En este espacio me gustaría comentar algunos detalles sobre lo que considero que va a ocurrir con la inflación en 2017. Para afinar la exposición, quisiera abordar el tema en tres secciones:

(1) ¿Cuáles fueron los factores más relevantes que incidieron en la inflación en el 2016? Considero que elaborar sobre este tema es de suma importancia para comprender mejor el comportamiento que podría llegar a observar la inflación en el 2017. La semana pasada el INEGI publicó el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de la primera quincena de diciembre, en donde la inflación anual se ubicó en 3.48 por ciento, su nivel más alto en dos años. Si bien “suena” como una aceleración importante de este indicador, la inflación quincenal –que fue de 0.42 por ciento-, fue muy similar a la de la primera quincena de diciembre de 2014 y de varias primeras quincenas de diciembre en años anteriores. En mi opinión, no fue un número alarmante. En este sentido, es muy probable que este año la inflación termine alrededor de 3.5 por ciento, que sería la tercera más baja en 10 años y se ubicaría por debajo del promedio de la última década (~4 por ciento). ¿Qué explicó el aumento de 2.1 por ciento a finales de 2015 a 3.5 por ciento (140 puntos base)? Claramente lo más importante, en el margen, fue el traspaso de tipo de cambio, que en mi opinión contribuyó con 85 puntos base, así como el aumento en los precios de la gasolina que contribuyó con casi 18 puntos base. Asimismo, debido a la baja inflación de finales de 2015, esto provocó un efecto de base de comparación que agregó 50 puntos base. Estos tres factores suman 153 puntos base (más que los 140 puntos base que comenté). Esto se debe a que los precios de las telecomunicaciones restaron cerca de 15 puntos base. Cabe señalar que de 2014 a la fecha, las tarifas de telecomunicaciones le han restado cerca de 70 puntos base a la inflación gracias a la competencia que ha generado la reforma de telecomunicaciones.

(2) Aspectos estructurales sobre la inflación en México. Considero que es muy importante destacar algunos aspectos de largo plazo para poder entender por qué el traspaso de tipo de cambio es mucho menor ahora que en el pasado, brindando un fundamento serio sobre el por qué no se formará una espiral inflacionaria hacia delante. De manera muy general e inclusive un poco sobre-simplificada, considero que la inflación ha ido convergiendo gradualmente al objetivo de tres por ciento del Banco de México por tres factores: (a) Institucionales. La autonomía del banco central, en conjunción con la adopción de un régimen de tipo de cambio flexible, políticas fiscal y monetaria responsables y bancos bien capitalizados y regulados, en mi opinión, fueron responsables de disminuir la inflación de dos dígitos –antes de marzo de 2000-, a una tasa anual de inflación que “se estacionó” alrededor del 4.5 por ciento; (b) cambio de metodología de medición del costo de vivienda (el rubro con mayor ponderación del INPC), de aproximarlo con costo de insumos –altamente sensible a movimientos en el tipo de cambio, antes de 2010-, a utilizar una base de datos de rentas, como los cánones de estadística mundial lo dictan y mucho menos sensible a la dinámica cambiaria. Yo estimo que este cambio metodológico le restó entre 150 y 170 puntos base, llevando la tasa anual de inflación a niveles cercanos al tres por ciento; y (c) reformas estructurales, que hasta hace algunos meses, permitió que la inflación llegara a niveles por debajo del tres por ciento de manera sostenible (hasta que inició la tendencia de depreciación cambiaria del peso).

(3) Pronóstico sobre el comportamiento de la inflación en 2017. En mi opinión, el INPC observará una tasa anual de entre 4.3 y 4.5 por ciento a finales de 2017. Los principales factores que explicarán los 80-100 puntos base por encima de la inflación de 3.5 por ciento a finales de este año serán: (a) Traspaso de tipo de cambio (60-70 puntos base); (b) liberalización de los precios de las gasolinas, en donde pronostico un incremento ponderado por región y por el momento en el año en el que se liberará de 50 a 60 puntos base; y (c) impacto del aumento extraordinario del salario mínimo (30 puntos base). No obstante lo anterior, considero que tres factores serán benéficos: Por un lado, (d) el efecto de base de comparación, que en el 2017 estimo que restará 40 puntos base; (e) los precios de las telecomunicaciones, que podrían llegar a restar 10 puntos base; y (f) 10 puntos base menos del cambio de metodología.

Esta es mi última columna del año por lo que aprovecho para desearles a mis queridos lectores, así como al equipo editorial de El Financiero, un muy feliz 2017 que si bien estará lleno de retos, espero los puedan convertir en oportunidades y mucho éxito.

El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte. Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, por lo que son responsabilidad del autor.