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ESPACIO DE OPINIÓN …


Redactado por: adriana bravo
agosto 17, 2017 , a las 5:02 am

SE ACABÓ EL FUERO EN OAXACA

Por Francisco Ángel Maldonado Martínez

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Oaxaca ha dado un paso significativo e histórico al aprobarse esta semana la eliminación del fuero legislativo. Hay que recordar que la doctrina jurídica clásica define el fuero como una prerrogativa de senadores y diputados, así como de otros servidores públicos contemplados en la Constitución, que los exime de ser detenidos o presos, excepto en los casos que determinen las leyes, o procesados y juzgados sin previa autorización del órgano legislativo al que pertenecen. El fuero ha sido una atribución polémica sobre todo en el México de los últimos años cuando en vez de brindar inmunidad legislativa a los representantes que deben mantener independencia en la toma de sus decisiones, ha amparado a personajes que han abusado de la función pública o se han coludido con el crimen organizado. Un ejemplo de lo anterior fue Julio César Godoy Toscano, hermano del ex Gobernador perredista de Michoacán Leonel Godoy, y quien accedió a la Cámara de Diputados presuntamente para protegerse de los delitos que cometió al haberse coludido con la organización criminal “La Familia Michoacana”.

Con 37 votos a favor, la 63 Legislatura local aprobó el dictamen que elimina el “fuero constitucional” que protegía a los servidores públicos de primer nivel, incluyendo al Gobernador, legisladores, magistrados y al fiscal general de ser juzgados de delitos comunes y del orden federal. Ahora Oaxaca es la décimo tercera entidad que erradica esta figura Constitucional y se une a los Estados de Baja California, Campeche, Coahuila, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo y Yucatán. Se derogó la fracción cuadragésima sexta del artículo 59, y los artículos 118 y 119, con lo que se reforma el artículo 123 de la Constitución Política del Estado de Oaxaca. Con la aprobación de esta reforma, el artículo 123 dirá a letra expresa: “En los delitos del orden común y violación de las leyes federales y del Estado, los servidores públicos señalados en el artículo 115 de esta Constitución no gozarán de protección constitucional alguna, pudiendo en consecuencia proceder contra ellos la Fiscalía General del Estado”.

En los tiempos que vivimos, con una democracia cada vez más consolidada a través de instituciones que garantizan el derecho de votar y ser votado, el fuero no significaba más una garantía necesaria sino que establecía una distancia entre la sociedad civil y quienes se dedican al servicio público. Expresar libremente las ideas en la máxima tribuna del Estado

de Oaxaca no implica contar con un privilegio de ese tipo, pues hoy más que nunca tenemos un Congreso plural en el que se discuten con sana diversidad de opiniones los temas que le interesan a la sociedad oaxaqueña. Un Congreso donde caben todas las voces de las ocho regiones del Estado y donde, a pesar de las diferencias políticas, la derogación del fuero por acuerdo de todas las bancadas refleja compromiso con el trabajo legislativo que ponga en el centro los intereses de la ciudadanía.

La iniciativa de eliminar el fuero había sido presentada por los partidos: Morena, el PRD  y el PAN y el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa presentó su iniciativa el pasado 21 de julio. En la iniciativa del Gobernador se señala que “los servidores públicos respondamos en igualdad de circunstancias la Ley en caso de inobservancia, con la finalidad de que no prevalezca distinción alguna con el hecho de ostentar algún cargo público, como exigencia de la ciudadanía se aplique la norma jurídica con motivo del ejercicio público y se sancione a los servidores públicos que se aparten del cumplimiento de la Ley, sea cual sea el cargo que se les ha conferido”. Es un claro mensaje de responsabilidad pública pues quienes decidimos servir hacemos un compromiso no solo ante la

sociedad, también ante la ley y las instituciones, gracias a las que podemos tener orden y estabilidad como nación.

Una vez que se ha vuelto una realidad, lo anterior pone a prueba a todos los que tienen el privilegio de servir a la ciudadanía y cierra las distancias que han motivado que mucha gente no confíe en las autoridades públicas. La percepción de que los representantes populares no están interesados en los problemas de la ciudadanía es creciente y esto se demuestra cuando somos llamados a las urnas y hay altos niveles de abstencionismo en todo el país. México ya no vive en un régimen de privilegios absolutos y a través del fortalecimiento de la democracia debe convertirse en un país donde la igualdad jurídica sea un requisito del Estado de derecho.

En otro tiempo el fuero fue necesario para proteger la labor legislativa y la división de poderes. Hay que recordar la figura de Belisario Domínguez, férreo crítico del régimen de Victoriano Huerta, el traidor que acabó con el proyecto revolucionario de Francisco I. Madero. Domínguez fue asesinado después de haber sido mutilado porque bajo un régimen autoritario el derecho a la libre expresión de las ideas se coarta. Sin embargo, con el paso de las décadas el fuero fue sinónimo de impunidad en muchos casos, y dañó la relación entre el Estado y la sociedad. Hoy la visión política

de una nueva época permite hacer innecesario el fuero pues vivimos en un país de instituciones tal y como lo pensó don Benito Juárez, quien estaba consciente de que la igualdad jurídica era un acceso a una sociedad más justa y equitativa.