Oaxaca, Oax.- “Invoca usted a los exalumnos y yo soy uno de ellos. Y yo le digo por mí y por mis compañeros que todo nuestro apoyo está para la Universidad Benito Juárez”, dijo con voz atronadora Enrique Pacheco Álvarez.
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Ante el rector de la UABJO, Eduardo Bautista Martínez, ante el llamado a recuperar la máxima casa de estudios, el político oaxaqueño fue firme y categórico al sostener: “No debemos dejar que muera; no debemos permitir que siga en los últimos lugares del catálogo de universidades del país; es vergonzoso que eso sea y es más vergonzoso que en las listas de universidades ni siquiera nos tomen en cuenta”.
Protagonista de la vida universitaria y más tarde actor de la vida pública, emplazó:
“Yo estoy para lo que la Universidad me reclame; tengo 86 años de vida, pero por mi Universidad doy todo: vida, corazón y futuro”.
En el segundo patio de Palacio Municipal, los aplausos no se dejaron esperar.
Fue el primer participante del conversatorio “Cronología de la Universidad de Oaxaca”, en el marco del “Tributo a los forjadores de la Universidad 1955-1960”.
Fiel a su estilo, cautivó a los asistentes con sus fechas puntuales, sus citas textuales y sus elocuentes frases, entre ellas, que el 8 de mayo de 1955 cuando se emite el decreto que crea la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, los alumnos distinguidos manifestaron todo su apoyo a la hoy institución pública autónoma.
Sentado en un sillón de piel, al lado de sus tres compañeros, Agustín Márquez Uribe, Raúl Bolaños Cacho Guzmán y Jorge Fernando Iturribarría Bolaños, así como del moderador, Ángel Díaz Ortiz, con total parsimonia fue recordando los hechos que ayudaron a forjar a la máxima casa de estudios.
Como en 1952 cuando el entonces Instituto de Ciencias y Artes tenía una matrícula de 652 alumnos y ejercía un presupuesto de 350 mil pesos, la mayoría aportado por el Gobierno del Estado y una mínima parte por la Federación.
O cuando la intervención de la Iglesia católica en la política tenía mucha influencia. O cuando el “pequeño golpe de Estado” que a lado de sus compañeros de la Sociedad Estudiantil “Benito Juárez” permitió terminar con los conservadores.
Ante un público entre los que se encontraban José Antonio Hernández Fraguas, presidente municipal de la ciudad; Miguel Ángel Moreno Tello, coordinador de la Asociación Civil; universitarios de aquella época como José Márquez, Aurora de Huerta; Jaime Montes; y estudiantes universitarios, aseguró que en mayo de 1955 se puso el nombre de Benito Juárez a la naciente Universidad.
Sin duda, dijo, fue la gran crisis que vivía el Instituto de Ciencias y Artes lo que dio paso a la creación de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). Y fue en el gobierno de Manuel Cabrera Carrasquedo, cuando surgió la idea. Y si bien el primer rector sería Ignacio Castro Mantecón fue Federico Ortiz Armengol quien se impuso.
En su turno, Agustín Márquez Uribe llamó a no dividir a la UABJO porque nos interesa la existencia de la Universidad pública, no los choques internos. “Necesitamos que la Universidad viva”.
Breve pero conciso, apuntó la anécdota de que Fernando Gómez Sandoval no tenía 35 años para ser rector de la Universidad por lo que tuvo que modificarse la ley para que llegara.
Raúl Bolaños Cacho Guzmán, actual magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), recordó cuando en el conflicto de 1968, con Márquez Uribe como rector salieron a las calles a defender la autonomía universitaria.
Y evocó anécdotas y vivencias, como cuando con Víctor Bravo Ahuja, ya como secretario de Educación Pública, lograron duplicar el subsidio para la Universidad.
También participó Jorge Fernando Iturribarría Bolaños, quien rememoró su vida como estudiante, su relación con los catedráticos y su pasión por el beisbol.