Atlixco, Pue.- Mientras la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) certificó por tercera vez el relleno sanitario intermunicipal debido al manejo eficiente “Único en Puebla y pocos a nivel nacional”, un grupo de vecinos de los alrededores de la zona del relleno acusaron una serie de escurrimientos provenientes de la acumulación de desechos desde hace por lo menos dos meses.
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A través de fotografías vecinos de los alrededores de la zona del relleno, ubicado en los límites de las comunidades de Huexocuapan, San Jerónimo Coyula y San Pedro Benito Juárez señalaron presencia de supuestos “lixiviados los cuales ponen en riesgo la salud de nuestras familias. Unas 120 personas en total”.
EL RECONOCIMIENTO
Este municipio recibió una tercera certificación de calidad ambiental, de parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), por el adecuado manejo del relleno sanitario intermunicipal. Lo anterior colocó a Atlixco como el primer sitio en la entidad y de los pocos del país, en alcanzar ese reconocimiento.
El relleno sanitario es de carácter intermunicipal y ahí acuden once municipios, además de Atlixco, para depositar sus residuos: Tochimilco, Tianguismanalco, Huaquechula, Tepeojuma, Atzitzihuacán, Santa Clara Ocoyucan, Santa Isabel Cholula, San Jerónimo Tecuanipan, San Gregorio Atzompan y Cohuecan.
El relleno está localizado en el kilómetro 5.5 de la carretera a San Pedro Benito Juárez, a una altitud de 2 mil 80 metros sobre el nivel del mar y recibe diariamente más de 100 toneladas de residuos.
El 24 de febrero del año 2000 quedó firmado el convenio de coordinación para atender conjuntamente la problemática ambiental, causada por la disposición y tratamiento final de los residuos sólidos municipales de este valle de Atlixco.
Un mes después, en marzo, los alcaldes involucrados pactaron los porcentajes de aportación para la operatividad y el mantenimiento: el costo de la obra era de 7 millones 230 mil pesos. De esa cifra, el estado contribuyó con el 50 por ciento, y el restante se distribuyó de la siguiente manera: Atlixco con el 81.86 por ciento, incluyéndose el valor de un terreno en tres fracciones y en efectivo 2 millones 182 mil 285 pesos. A Tochimilco el 11.50 por ciento, equivalente a 415 mil 725 pesos y a Tianguismanalco el 6.64 por ciento participando con la cantidad de 240 mil pesos.
El 25 de enero de 2012 fue obtenido el primer certificado de calidad ambiental, con vigencia al mes de diciembre de 2014.
Mario Barrera Bojorges, delegado de la Profepa en Puebla, entregó la certificación de calidad ambiental al edil José Luis Galeazzi Berra. “Con esto Atlixco es el único municipio de los nueve en Puebla que cuentan con relleno sanitario excelente ya que no solo cumple con la legislación ambiental en México, también va más allá de esa norma. Lograron esta certificación por sus buenas prácticas ambientales y por operar en óptimas condiciones”, soslayó.
José Luis Galeazzi habló de la importancia de la legalidad, la certificación de las áreas y de los servicios, así como la cultura de la salud.
EL AVISO
Vecinos de los alrededores del relleno sanitario lanzaron quejas por la presunta filtración de lixiviados a sus terrenos de cultivo e incluso a casas habitadas.
El problema, según dieron a conocer, ya acumula varios meses y “por momentos las autoridades intentan componerlo. Pero el conflicto de contaminación persiste”.
La Norma Oficial Mexicana NOM-083- SEMARNAT-2003 y la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos en su artículo 5 fracción XVI, definen a los lixiviados como el “líquido que se forma por la reacción, arrastre o filtrado de los materiales que constituyen los residuos”.
Es decir, la materia orgánica comienza a degradarse formando líquidos contaminantes. En éste los expertos encontraron hasta 200 compuestos malignos diferentes, algunos de ellos tóxicos y hasta cancerígenos.
Los habitantes del área destacaron desde tiempo atrás, la propia autoridad encargada del relleno sanitario había platicado con ellos respecto al “agotamiento” de la membrana utilizada para echar miles de toneladas de basura de los municipios de esta región.
“Al grado de desbordarse no sólo la basura, también algunos componentes como los propios lixiviados. En alguna ocasión, uno de los trabajadores narró los problemas de salud padecidos tras introducir, sin los materiales de protección necesarios, una de sus piernas a estos líquidos. Dos semanas con infecciones en la piel, por lo menos”, detalló Manuel, uno de los denunciantes.
Recalcaron desde hace más de medio año, los líquidos referidos incluso ya rebasaron el área delimitada, por una malla, del relleno sanitario. “Y sinceramente no sólo el olor es insoportable, también ya llegó a los terrenos de cultivo e incluso a varias casas del área”.
Las imágenes mostradas, rescató, fueron obtenidas en mayo pasado, “y tras darse cuenta de nuestra inconformidad, de plano ya no permitieron sacar más imágenes desde el interior del relleno. Sólo sabemos algo: el líquido contaminado sigue recorriendo el suelo por sitios donde no puede y debe pasar”.
Sobre el tema, el director del relleno sanitario, Juventino Hernández Lima, aceptó un “desbordamiento” no sólo de la basura, cuya membrana en donde se deposita está prevista aguantar hasta diciembre del 2018, también de ciertos líquidos. “Sinceramente estamos al límite con el cupo. Y ya no tengo espacio para moverme”.
Explicó que los líquidos “desbordados” y cuyo escurrimiento está en los límites del área del relleno y en algunos casos pasó a ejidos y casas, no son lixiviados. “Se llama precolado, y es consecuencia de la combinación de las fuertes lluvias con los escurrimientos de la basura. Y desde luego no es altamente contaminante”.