San José, Costa Rica.- El billete de un peso emitido por el Banco Anglo Costarricense emitido en 1864 tiene impresa la imagen de Alexandra de Dinamarca, que contrajo matrimonio con el príncipe Alberto Eduardo de Gales.
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Desde la emisión inicial de un billete de un banco en Costa Rica, en 1858, apareció la imagen de una mujer: un busto de mujer muy parecida a la reina Victoria de Gran Bretaña.
Con la transición de Costa Rica de Estado a República surgió la necesidad de reforzar la idea de la soberanía. La imagen de “indígenas” tenía ese objetivo, pero las representaciones estaban muy alejadas de las características fisonómicas de estas mujeres.
Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la década de 1930 fueron muy comunes las alegorías, es decir, figuras femeninas que representaban simbólicamente conceptos como el comercio, la industria, la justicia, la agricultura.
Alegoría a la agricultura en un billete de 50 colone de 1897. Las alegorías representaban los ideales de la élite política y económica.
Los modelos para las representaciones femeninas de la República se inspiraban en modelos de la belleza clásica.
Los estilos artísticos idóneos para elaborar estas imágenes fueron el neoclasisimo y el romanticismo.
En este billete de 50 pesos emitido por el Banco Herediano aparece una alegoría de la justicia.
Despuésde la década de los 30 aparecieron en los billetes motivos relacionados con el cultivo del café y otras actividades agrícolas.
Los billetes emitidos a partir de la década de 1930 empiezan a incluir imágenes de escenas de la vida cotidiana, principalmente del campo.
Amada Zeledón Gutiérrez era una empleada doméstica que fue retratada por el fotógrafo Manuel Gómez Miralles. Su imagen apareció luego en los billetes de 100 colones de 1933, pero a ella no se le informó.
Esperanza Castro Castro usó ese atuendo para posar para una fotografía que luego apareció en billetes de 50 colones de 1933 .
La educadora Emma Gamboa fue la primera mujer identificada con nombre y apellido en aparecer en un billete de Costa Rica. Su imagen aparecía en los billetes de ¢10.000 de la serie A de 1997.
La educadora, escitora y activista política costarricense Carmen Lyra es la única mujer que aparece en la actual familia de billetes que circulan en el país.