Puebla, Pue.- Al considerar que el Gobierno federal actuó de manera tardía para contener o incluso desmantelar el robo de combustible en la zona conocida como el Triángulo Rojo, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa reconoció que se deben implementar las medidas necesarias para evitar derramamiento de sangre.
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En breve entrevista tras oficiar la misa dominical en la basílica catedral, el líder de la grey católica en Puebla lamentó el resultado del enfrentamiento entre el Ejército y pobladores de la comunidad de Palmarito Tochapan, cuyo saldo fue de 10 personas muertas, cuatro de ellas soldados y seis supuestos pobladores de la región, así como 13 lesionados, de los cuales 12 son militares y uno, policía.
Insistió en que desde tiempo atrás la Iglesia católica denunció una “situación difícil” en municipios como Quecholac, Palmarito, Acatzingo y Tepeaca, de acuerdo con los reportes que recibe de sus párrocos.
En este sentido, mencionó que los sacerdotes se mantienen “al pendiente” de lo que pueda suceder y el encargo es que sirvan a las comunidades.