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MÉXICO, SIN MEDIDAS ESTRICTAS SOBRE EXPOSICIÓN AL PLOMO: CINVESTAV


Redactado por: adriana bravo
octubre 29, 2016 , a las 5:16 am

México, D.F.- Víctor Calderón, investigador del Departamento de Bioquímica del Cinvestav, experto del Cinvestav (Centro de Investigación y Estudios Avanzados) del IPN, lleva 30 años estudiando los efectos en el cuerpo humano de la exposición al plomo.

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Con motivo de la “Semana internacional de prevención de la intoxicación por plomo” -que se celebra del 23 al 29 de octubre-, el experto señala que a diferencia de otros metales tóxicos, como el mercurio o el cianuro, que tienen efectos dañinos de inmediatos, el plomo produce consecuencias a largo plazo, con síntomas que pueden pasar inadvertidos.

Por ello, advierte, este tipo de intoxicaciones se toma con seriedad suficiente. Además opina que las medidas para prevenirlas son laxas en nuestro país.

Entre las principales afectaciones comprobadas que se relacionan al plomo están la disminución de la coordinación motora, del coeficiente intelectual y de la fuerza muscular, así como daños en el riñón, el hígado y el cerebro. “Pero como el plomo tiene efectos discretos, muchas veces en la clínica los síntomas no son asociados con el metal, pero sin duda afectan la calidad de vida”.

México tiene ocho normas oficiales vigentes relacionadas con la exposición al plomo, que regulan, entre otras cuestiones, su uso en envases en la industria alimenticia, su presencia en lugares de trabajo, juguetes y artículos escolares.

El experto considera que esa normatividad debe ser más estricta, pues, por ejemplo, el límite permitido de concentración de plomo en sangre en niños y mujeres embarazadas es de 10 microgramos por decilitro, mientras que en la Unión Europea y Estados Unidos el límite es de sólo cinco microgramos.

En el caso de los trabajadores que laboran en empresas relacionadas con el uso de plomo la situación es más preocupante, considera. Las industrias mineras, metalúrgicas o las recicladoras son las que exponen más a sus trabajadores a ese metal, pero también ocurre en menor medida en las industrias secundarias como aquellas que producen pintura, barnices o los impresores.

Las normas mexicanas permiten que en la sangre de esos trabajadores existan hasta 40 microgramos de plomo por decilitro, lo que de acuerdo con el científico, les traerá daños graves a la salud.

A pesar de los daños que produce el plomo en la salud humana, es difícil reducir su uso, indica el científico, ya que se emplea en diferentes productos, desde pinturas hasta baterías.