Puebla, Pue.- Aunque los sismos son impredecibles, el temblor del 15 de junio de 1999 podría repetirse el año próximo, al cumplir su periodo de recurrencia de 20 años, advirtió Eduardo Ismael Hernández, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Popular Autónoma del estado de Puebla (UPAEP).
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En junio de 1999 un terremoto con epicentro en el municipio poblano de Tehuacán sacudió el estado. Dos décadas después, el fenómeno podría volver a ocurrir, debido al llamado periodo de recurrencia, como se conoce al ciclo de repetición de los sismos.
“Su periodo de retorno es un periodo de 20 años. La probabilidad de que ocurra otro evento importante en la zona epicentral de Tehuacán, Ciudad Serdán, es relativamente alta”, explicó el académico ayer en rueda de prensa, al presentar el segundo Coloquio de Ingeniería Sísmica que se celebrará en la propia universidad, precisamente, el próximo 15 de junio.
El temblor de 1999 provocó 20 muertes. “Generó más daños en la zona del epicentro, que en este caso fue localizado a más o menos 80 kilómetros, al sureste de Tehuacán, en Puebla. Las zonas más dañadas en ese sismo fueron precisamente Tehuacán, el norte del estado de Oaxaca (…)”, recordó.
La universidad poblana aboga por mayor investigación en la ingeniería sísmica para conocer, por ejemplo, cómo afectaría un movimiento telúrico así –conocido técnicamente como sismo de falla normal con profundidad intermedia- en las construcciones actuales.
“Desafortunadamente este tipo de sismos son poco estudiados porque hay menos instrumentos instalados en esas zonas donde se generan y, por ende, hay mayor desconocimiento al respecto de cómo es su mecanismo y cuáles son las probabilidades de falla que pueda generar en las construcciones”, señaló.
CONSTRUCCIONES INADECUADAS
La autoconstrucción y el uso de mampostería no ayudan, advirtió el académico, a edificar casas seguras frente a sismos. “Normalmente el albañil no tiene conocimientos técnicos para poder hacer la construcción resista los embates sísmicos, es un problema social porque a veces las personas no tienen para pagarle al profesional, ya sea al ingeniero civil o al arquitecto para que les haga el diseño”, alertó.