Suecia es un país prolífico en cuanto a autores de novelas policiales, desde la mítica pareja Sjöwall &Wahlöö en los años 60. Los personajes más famosos lograron tener vida fuera del papel y se transformaron en atracciones turísticas. Hay paseos en torno a las aventuras de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist (del ciclo Millenium) en Estocolmo, y otros que siguen las huellas de Erica Falck (la heroína de la obra de Camilla Läckberg) en Fjällbacka.
Pero el personaje más emblemático, puntapié de esta movida literaria, es el inspector Kurt Wallander creado por Henning Mankell. La pequeña ciudad de Ystad, en el extremo sur de Suecia, salió del anonimato y se posicionó como destino de turismo gracias a las investigaciones del célebre comisario. La oficina de turismo local no hizo las cosas a medias para honrar a su ciudadano más ilustre: se proponen circuitos guiados (el que se llama I Wallanders spår, “tras las huellas de Wallander”, en sueco, permite incluso participar en la resolución de enigmas policiales); se crearon aplicaciones para celulares y se vende un “paquete Wallander” que incluye el alojamiento, las visitas guiadas, entradas al museo del cine y comidas en los restaurantes preferidos del comisario.
4 Jokkmokk. Bajo el círculo polar
El norte de la península escandinava -y no solamente Suecia- es habitado por pueblos samis, que se conocen genéricamente como lapones. Jokkmokk es una aldea cercana a la línea ficticia del Círculo Polar Ártico. Además de un destino soñado por viajeros geógrafos, es un lugar donde se puede ver el sol de medianoche en verano y las auroras boreales en invierno. Los días invernales son oscuros y transcurren en un paisaje fantasmal cubierto de nieve, donde apenas reverbera la tenue luz nocturna. Entonces, el pueblito se convierte por unos días en la capital lapona de Suecia durante el festival del Jokkmokk Market, tradición de varios siglos que concentra a los lapones de la región para conciertos, muestras y mercados, en medio de temperaturas que pueden caer por debajo de los -20°C.
5. Vimmerby. Un lugar para visitar con medias largas
Hoy sus personajes están un poco olvidados, pero para generaciones de chicos Astrid Lindgren fue la autora más querida junto a la inglesa Enid Blyton. Entre la multitud de personajes que creó se recuerda sobre todo a Pippi Långstrump, Pipi Mediaslargas: una niña excéntrica que protagoniza aventuras diametralmente opuestas a las que los chicos solían leer en los años 40.
Su éxito fue tal que el personaje y su creadora se convirtieron en instituciones en Suecia. En el centro de Estocolmo la estatua de Astrid Lindgren es tan visitada como la de Andersen en Copenhague.
En la isla de Gotland, en medio del Báltico, los nostálgicos pueden revivir sus lecturas de infancia al visitar la mansión Villekulla. Pero el principal lugar vinculado con Pippi es el Astrid Lindgrens Värld, un parque de atracción en torno a la obra de la prolífica autora, en Vimmerby, su pueblo natal.