Puebla, Pue.- Con curiosidad unos y con fe otros. Así fue como decenas de personas acudieron durante todo este jueves a visitar la Cripta de los Obispos que se ubica justo debajo del altar mayor de la Catedral de Puebla y abre sus puertas al público solo una vez cada año: el Día de los Fieles Difuntos.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR
“Siempre me ha causado curiosidad saber qué se siente subir hasta aquí y luego entrar a este lugar, está lleno de misterio”, pronunció el señor Edgar justo después de salir de la cripta en la que descansan los restos de 13 obispos y arzobispos de Puebla.
Solo el 2 de noviembre se abren las puertas de este espacio y de acuerdo con la Arquidiócesis de Puebla, al ingresar a este lugar, las personas pueden ganar indulgencias siempre y cuando cumplan con los demás requisitos que son rezar tres padrenuestros, tres avemarías y hacer una oración por las intenciones del papa Francisco.
El día jueves, cientos de personas se dieron cita en el lugar donde leyeron los nombres inscritos en las lápidas colocadas en los muros de este espacio y conocieron este místico lugar, en el que lo mismo ingresaron niños, que jóvenes, adultos y personas de la tercera edad.
No solo los poblanos sino gente de otros estados llegaron hasta la Catedral de Puebla durante este puente vacacional y como visita obligada en el recinto pasaron por la Cripta de los Obispos.
Salvador Soriano, de Oaxaca; Guadalupe Mendoza, de Hidalgo y Rita Landa de Guadalajara, acompañados por sus respectivas familias, fueron tan solo algunas de las personas que hicieron fila para entrar a la cripta que se trata de un pequeño espacio con dos puertas y apenas iluminado donde descansan los restos de los obispos.
Será en este mismo espacio donde, en su debido momento, se depositen los cuerpos del arzobispo emérito, Rosendo Huesca Pacheco y del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, cuando fallezcan, de hecho, son las pocas personas que saben en qué sitio descansarán sus restos.
De acuerdo con la Iglesia Católica, el significado de la fiesta de Todos los Santos y los Fieles Difuntos radica en “contemplar el luminoso ejemplo de los santos, suscitar en nosotros el gran deseo de ser como los santos, felices por vivir cerca de Dios, en su luz, en la gran familia de los amigos de Dios. Ser santo significa vivir cerca de Dios, vivir en su familia”.
En este espacio descansan los restos de 13 obispos y arzobispos de Puebla como: Salvador Bienpica y Sotomayor, Fray Julián Garcés, primer obispo de Puebla; Pedro Vera y Zuria y Octaviano Márquez y Toriz así como de Juan de Palafox y Mendoza, por mencionar algunos de los nombres.